Eran otros tiempos, y a veces se ven con nostalgia, pero no siempre con un buen recuerdo. Numerosos gaditanos y gaditanas han compartido en redes sociales fotografías de las antiguas casetas que llenaban las playas de Cádiz con opiniones encontradas.
Si para algunos, aquellos establecimientos eran una oportunidad para disfrutar de la playa de una forma más cómoda, para otros es una muestra de clasismo, visible en el propio comportamiento de los que la usaban.
"Siento nostalgia, pero también me acuerdo que las familias cogían las casetas y se creían que la playa era suya. Les molestaban que se pasara por el paseo porque para ellos se creían que la caseta era tener un chalet", recuerda Mercedes, una vecina de la época.
Según su testimonio, los usuarios llegaban, ponían una bañera grande llna de agua dulce al sol para que se calentara y se llevaban todo el día allí. "Había unas duchas en las que todo el mundo se duchaba con jabón, también dormían la siesta. En teoría esas casetas se podían solicitar pero siempre eran los mismos porque había trato de favor. Eso lo había entonces y lo seguirá habiendo", dice.
"Gracias a Dios que eso se acabó", recuerda otra vecina, que cree que la modernización del paseo marítimo de Cádiz fue un éxito.
En 1984 se empezaron a desmontar
Tras la llegada a la alcaldía de Carlos Díaz se planteó una reforma integral del paseo marítimo. Fue el 6 de abril de 1984 cuando comenzó la retirada de las casetas cercanas al Reina Victoria, conocidas como las olitas por sus techos ondulados.
Entre las casetas, las había de mampostería y de madera a rayas, a pie de playa. Las estructuras se construyeron a mediados de siglo cuando gobernaba el alcalde José León de Carranza, en pleno franquismo, con objeto de fomentar el turismo y el uso de las playas de Cádiz.
Entre Cortadura y la calle Brasil había 800 casetas, con cuotas de alquiler que no todos podían permitirse, pero a las que sí, teóricamente, todos podían acceder. En 1979 una caseta con ducha costaba 14.1000 pesetas, mientras que una de mampostería simple 10.1000 y una de madera, 7.100 pesetas.
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