Rodrigo Rodríguez Hans (Turismo de la provincia de Sevilla): "Con una tasa no perderíamos competitividad"

Siempre he estado interesado en la política, desde muy joven. Entro a formar parte formalmente por primera vez de un órgano del partido socialista en 2008, cuando ingreso en la ejecutiva local del PSOE, y un año después constituíamos –ya como secretario general– las Juventudes Socialistas de Cañada Rosal. Fui concejal, concretamente, con 22 años, y asumí la portavocía del grupo socialista y la delegación de Urbanismo. Fui alcalde con 27 años, el alcalde más joven de Andalucía en ese momento.

Es importante recalcar la necesidad que tenemos de huir del turismo de masificación y construir poco a poco un turismo de mayor calidad y mayor equilibrio territorial. Este creo que puede ser el reto más importante, la configuración de un modelo de turismo sostenible. Lo que parece un hecho es que para atraer a un turista de calidad hay que ofrecer buenos productos turísticos, y productos adaptados a sus intereses. Y aquí situamos la palabra clave: sostenibilidad. Esto implica calidad frente a cantidad, e impulsar el desarrollo turístico hacia un modelo más inclusivo, respetuoso con la naturaleza y el patrimonio cultural. Un turismo compatible con el modo de vida de la ciudadanía y sin menoscabo de los servicios que se les prestan a nuestros vecinos y vecinas.

"La capital es el foco de atracción, sin olvidar que la provincia tiene una oferta singular por sí sola"

De complementarse a la capital y también al contrario. Hoy  día no se puede entender el turismo segregado por líneas de términos municipales. La estrategia es precisamente esa, buscar un turismo que ya no es exclusivamente de grandes ciudades ni de visita a monumentos, sino un turismo de calidad, que busca experiencias nuevas, que busca naturaleza, la aventura, la gastronomía, involucrarse y relacionarse con las personas que le dan singularidad a nuestra tierra… conocer la cultura y las raíces del territorio que se está visitando. Creo que la estrategia es promocionar cada vez más esto, hacerlo visible y dotar de todos los medios que sean necesarios para que el turista que llegue a Sevilla capital, que es el principal foco de atracción, tenga acceso a todos los puntos de la provincia. Todo ello sin olvidar que la provincia, al igual que la capital, tiene una oferta singular que por sí sola conforma un destino turístico propio.

Hay que decir que, al margen de que la Semana Santa haya estado pasada por agua, las previsiones de reservas que manejábamos eran muy buenas (en torno al 80% de ocupación entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección) y, en general, se han cumplido. La situación del turismo en la provincia  de Sevilla y las previsiones a corto y medio plazo, en general, son positivas. Estamos hablando de que, según el último informe del INE (febrero), los viajeros alojados en establecimientos de la provincia, sin la capital, aumentaron un 14,33%, y cerca de un 11% las pernoctaciones en términos interanuales. La temporada que se inicia es una época en que toda la provincia se llena de fiestas,  de ferias y romerías…  y de otros eventos, musicales,  culturales, deportivos y de todo tipo, que, sin duda, son un foco fundamental de atracción del turismo. Pero insisto: siempre tenemos que ir buscando, no solo la cantidad, sino la calidad, diversidad, singularidad y sostenibilidad.

Se enamora mostrándole lo mejor de cada sitio, mostrándole la gastronomía, o los parajes naturales tan importantes que ofrece la provincia,  como, por ejemplo, la Sierra Morena de Sevilla o la Doñana sevillana. Recursos maravillosos que, en muchos casos, son grandes desconocidos y que tenemos que seguir potenciando, siempre desde el respeto al entorno y buscando un turismo sostenible y amable. También la cultura es, y tiene que seguir siendo, la base de una oferta turística diferencial y de calidad. El lujo no tiene por qué ser un hotel de cinco estrellas. A veces, es una experiencia inolvidable o un producto claramente diferenciador. Lo observamos en los viajes de familiarización que organizamos. Por ejemplo, la oferta de alojamientos singulares de cortijos, haciendas y casas palacio atrae a un turista de calidad que busca experiencias. Del mismo modo, el oleoturismo y  el enoturismo tienen una alta valoración entre los turistas que visitan el territorio de la provincia.

"Nadie deja de visitar un destino por una tasa de un euro por pernoctación"

Más que otro de los retos, es el gran objetivo del turismo en la provincia de Sevilla. Por supuesto Sevilla y su primera corona y el área metropolitana es el corazón de la economía y también del turismo. Pero si la Diputación y Prodetur tienen una razón de ser es que el turismo, que supone un porcentaje altísimo del PIB de la provincia –en torno al 17%–  se reparta, porque significará que hay un equilibrio territorial y social, que hay un reparto de la riqueza, y porque, además, somos conscientes de que el modelo de turismo está cambiando.

En este asunto hay que subrayar que la Junta de Andalucía no puede eludir su responsabilidad y debe regular esta cuestión siempre desde el respeto a la autonomía local y analizando en profundidad los modelos de éxito que ya existen en otras comunidades autónomas. El consejero de Turismo esgrime argumentos que no convencen a nadie, como el de que los destinos podrían perder competitividad con la aplicación de la tasa turística. No es verdad: los principales destinos turísticos europeos la aplican (París, Bruselas, Budapest, Berlín, Roma…) e internacionales (Estados Unidos, Caribe, Japón, etc). Y en ninguno de ellos se ha constatado pérdida de competitividad tras la aplicación de esta tasa. Tampoco el de que los andaluces que eligen como destino de sus vacaciones la propia Andalucía dejarían de hacerlo. Estoy convencido de que ninguno de ellos dejaría de visitar su tierra por no pagar 50 céntimos o 1 euro por pernoctación.

Lo que sí es un hecho es que los ayuntamientos sufren un sobrecoste en los servicios derivado de la actividad turística, un sobrecoste que pagan los vecinos con sus impuestos municipales. Es por ello que demandan el paraguas legal que necesitan para poner en marcha, de manera voluntaria –es decir, sólo aquellos que así lo decidan– y consensuada con el sector la implantación de dicha tasa turística, cuya gestión y recaudación sea plenamente municipal, y que pueda revertirse en la recuperación y conservación del medioambiente y el patrimonio histórico de la localidad. Yo diría, por tanto, que el peligro de una hipotética pérdida de competitividad de Andalucía, no habría que buscarlo en la aplicación de una tasa turística, sino en el enfoque que desde el Gobierno andaluz se le está dando a la política turística andaluza, en el que la cantidad prima sobre la calidad. Y, desde luego, lo que no puede hacer el Gobierno andaluz es ponerse de perfil en esta cuestión.

"La idea de cerrar la Plaza de España no hay por dónde cogerla"

Por supuesto que es algo que hay que regular, sobre todo en las grandes ciudades. Es importante, como decía antes, respetar la autonomía local, pero una cosa es respetar la autonomía local y otra  es dejarle el 'marrón' –sirva la expresión– a los ayuntamientos, y que sean estos los que tengan que intervenir. Evidentemente, el turismo es fundamental, pero el turismo no puede chocar con los servicios o derechos básicos que deben tener los habitantes de las ciudades, como es el acceso a la vivienda.  Hay que buscar el equilibrio y el turismo no puede derivar hacia la masificación.  Debemos trabajar por un turismo de calidad, un turismo sostenible,  un turismo que sea amable con quienes viven en las ciudades, si queremos evitar la turismofobia.

Por la información de que disponemos, las plazas en la provincia van aumentando. En el mes de febrero, las plazas hoteleras han crecido un 8,82% con respecto a enero del pasado año.  Las iniciativas de alojamiento en la provincia van en auge y desde luego van a ser complemento de la capital; y también van a fortalecer y van a garantizar que el turismo en la provincia no sea de un solo día, sino que se pueda pernoctar en algunos destinos más de una noche o fines de semana completos en cualquier época del año, propiciando la desestacionalización del destino.

"Hay que huir de la saturación"

Creo que ha quedado  en evidencia que es una idea muy desafortunada desde el punto de vista turístico, porque va en la dirección contraria de la búsqueda de un turismo cercano y un turismo de calidad. Se pretende generar una nueva gran cola de turistas para el acceso a  un espacio que, hoy día, es un espacio público, un espacio abierto, una gran plaza… No tiene sentido acercar la ciudad cada vez más al modelo de 'parque temático', por no hablar, insisto,  de que se trata de un espacio público, y se priva a los sevillanos y sevillanas de disfrutar de él con normalidad. Es una idea que no hay por dónde cogerla, y desde luego no favorece en nada a una proyección o mejora de la gestión del espacio público, en este caso vinculado al turismo.

Definitivamente, hay que ir a un turismo de más calidad. ¿Eso quiere decir que realicen  más pernoctaciones, que gasten más por día, que inviertan más en Sevilla y que eso genere más riqueza y más desarrollo para la ciudad y para la provincia?  Sí, pero no solo eso, ya que un turismo de calidad es un turismo respetuoso con el entorno;  es además un turismo que valora lo mucho y bueno que tiene la provincia de Sevilla;  y un turismo fiel, que repite, que vuelve, y que sirve también como palanca de desarrollo.

El turismo de calidad, el turismo sostenible y el turismo amable tiene mucho que ver con esto, con la normal convivencia entre el turista y las personas que hacen su vida cotidianamente en Sevilla, incluso en el centro de la ciudad. Es fundamental que se huya de la masificación y que no se promueva la gentrificación y la zonificación de distintos puntos, porque eso aleja, de un lado, la normal convivencia;  y por otro, puede hacer cada vez más difícil el acceso a la vivienda en determinados puntos de la ciudad, o en las grandes ciudades, en general. No es fácil, pero hay que trabajar en el sentido de atraer al turismo de calidad y de huir de la saturación. En este sentido, el territorio de los municipios sevillanos es la solución y la clave en cuanto a descongestión del centro de la capital, junto con otros enclaves de interés de la propia ciudad. La provincia de Sevilla, la más extensa de Andalucía, ofrece innumerables focos de interés muy repartidos a lo largo y ancho de su territorio, garantizando la esencia local, la ausencia de masificación y, por tanto, el  valor añadido. Esto del turismo va de que te elijan, y para que Sevilla, la capital, siga en su liderazgo en el mundo como destino turístico tiene que poder ofrecer todas estas alternativas de las que estamos hablando, y que están en la provincia. Y precisamente por eso insistimos en que no tiene sentido la promoción del turismo o enfocar un plan estratégico del turismo de la provincia sin contar con la capital ni de la capital sin contar con la provincia, al margen de que cada una de ellas disponga de recursos lo suficientemente potentes como para conformar su propia oferta.