Es insólito que una administración pública, menos aún gobernada por una formación conservadora, tome una decisión contraria a los intereses de una gran corporación comercial o industrial. Algún caso hay.
En el breve catálogo de excepciones cabe añadir desde este viernes al Ayuntamiento de Cádiz. El alcalde y su concejal de Urbanismo confirmaban al término de la Junta de Gobierno Local que pedirán a la administración autonómica la reducción del área de Gran Afluencia Turística.
Esta catalogación se aplica automáticamente a ciudades que reciben un determinado número de visitantes, incluidos cruceristas, al mes. Cádiz lo superó hace mucho tiempo y, de forma automática, se le aplica esa etiqueta administrativa.
Esa declaración supone, entre otros cambios y licencias, que los grandes espacios comerciales, por encima de los 300 metros cuadrados de superficie, pueden abrir los domingos y festivos que consideren oportunos.
El alcalde de Cádiz, Bruno García de León, admite que en la ciudad de Cádiz apenas hay un comercio de esas dimensiones y lo menciona por su nombre, El Corte Inglés. Por lo tanto, la eliminación del permiso de apertura en días feriados iría dirigida exclusivamente hacia esta marca.
El regidor, que explicó la medida con el concejal de Urbanismo José Manuel Cossi, afirma que la apertura en esas fechas tiene consecuencias en "los pequeños comercios y en las plantillas de los centros comerciales". Ellos han sido -detalló- los autores de la petición al Ayuntamiento.
Sólo casco antiguo y Paseo Marítimo
A partir de ahora, "un informe dará forma a la solicitud de reducir el área de Zona de Gran Afluencia Turística sólo al casco antiguo o al casco antiguo con el Paseo Marítimo".
Cualquiera de los dos cambios dejaría fuera a El Corte Inglés que ya no tendrá la posibilidad de abrir los domingos y festivos que considere oportuno. Actualmente, y desde 2022, lo hace tres de cada cuatro.
Este cambio será posible siempre que la Junta de Andalucía acepte la solicitud de reducción del área de masificación turística.