El carnaval de Cádiz vuelve a perder a uno de sus referentes de forma inesperada y muy dolorosa. Antonio Cantos Caracol, una de las voces más queridas y emocionantes de las comparsas de Antonio Martín y Joaquín Quiñones, ha fallecido a los 61 años de forma inesperada, víctima de una bacteria por la que fue ingresado en UCI.
Comenzó muy joven con Quiñones, participando en la mítica Robots, que consagró al autor. Pasó posteriormente a las agrupaciones de Antonio Martín, cuando reinó en la modalidad en los 80. Abrió una etapa de éxitos sin parangón con Entre Rejas, A fuego vivo o ya en los 90 Encajebolillos. Tal y como recuerda Diario de Cádiz, fueron 13 primeros premios: el último, en 2013 con La Comparsa del Genio, a su vuelta con Martín tras otra etapa en los años de Quiñones y Noly, donde dejó también para la historia Los vikingos y La playa de los secretos.
Su voz era una de las más respetadas, con un timbre característico y de vello de punta. Arraigado a una defensa de un carnaval que ya no reconocía tanto como suyo, dejó el concurso con el retiro de Martín en Ley de vida, protagonizando en su última actuación uno de los momentos que han quedado para la historia del carnaval en el Falla.
Como herencia, deja su buen hacer y su buen gusto, su capacidad inigualable de romper por arriba como contralto. Aún seguía actuando de forma puntual en algunos contratos de grupos reducidos de comparsistas, y daba la mano en su hijo como futuro del carnaval. Inesperado y cruel porque es otra persona demasiado joven para marcharse, dejando un vacío porque se va un grande como lo fueron los autores Juan Carlos Aragón o Manolo Santander en el último tiempo. Deja su voz para siempre. Descanse en paz.