Un tapiz vegetal sobre calles y fachadas que transforma el pueblo en un bosque, animación en la caseta, comida rica de la Sierra de Cádiz en los bares y restaurantes... Una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que tiene más de 500 años de tradición en Zahara de la Sierra. El Corpus Christi de la localidad zahareña no es un Corpus cualquiera.
El bello pueblo de la serranía gaditana se vuelca literalmente cada año con una fiesta que convierte a la localidad en un punto de atracción único en Andalucía con motivo de esta celebración religiosa. Desde las cuatro y media de la madrugada del próximo sábado 2 de junio, comenzará a engalanarse todo el pueblo, con un exorno vegetal que convierte a Zahara, ya de por sí uno de los pueblos más bonitos de España, en una localidad de cuento. Las fachadas de las casas se cubren con arbustos hasta el segundo piso. Hay quien necesita para su fachada cuarenta o cincuenta cargas de ramos.
Tras la misa (retransmitida por Canal Sur) y la procesión, a mediodía abre la caseta municipal una jornada lúdica repleta de actuaciones musicales. Un ambiente que continúa el próximo lunes 3 de junio con una nueva misa, la salida procesional de la Nuestra Señora del Rosario, y la 26 edición del tradicional concurso de Cachiporras Zahareñas. La animación y las actuaciones musicales tampoco faltarán en esta nueva jornada de un Corpus de los más celebrados y atractivos de España. De nuevo, el espectáculo y el ambiente se sucederá hasta altas horas de la madrugada.
"La custodia —describe la web turística zahareña— es diminuta, pero de gran belleza, el guión de planta va delante, con su cordero cincelado y sus campanillas, bajo el palio, el sacerdote con el cáliz en la mano centelleando al sol. Hay momentos, muchos durante el recorrido, en que han apartarse los ramajos para poder pasar. A lo largo del itinerario se instalan pequeños altares, ante los que la custodia hace estación". Tras la procesión estalla el día de fiesta, que tiene lugar en la caseta municipal, la plaza y la calle principal.
"Los forasteros —agrega la citada web— recorren el pueblo, los bares se llenan de gente, se come , se bebe y se baila. Un conjunto musical anima el baile en la caseta, donde la gente joven se divierte hasta altas horas de la madrugada. La jornada festiva se alarga hasta el día siguiente con jornadas deportivas y bailes nocturnos".
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