Situado en el entorno de la plaza del Caballo de Jerez, el Bienteveo abrió sus puertas el pasado mes de mayo con una cocina en la que se recupera una cocina típicamente jerezana, que en muchos casos ha desaparecido de las cartas de la mayoría de bares y restaurantes.
No busca la notoriedad en las redes ni en las recomendaciones que las webs especializadas elaboran para orientar a los visitantes. Para este negocio, el boca a boca y el público local es su principal objetivo, “es el que va a saber valorar las propuestas clásicamente jerezanas que hacemos aquí”, afirman a lavozdelsur.es durante la entrevista.
Sin embargo, les guste o no, si se guglea el nombre del bar las opiniones son inevitables. Afortunadamente para el Bienteveo, todas son magníficas en valorar el servicio, el precio y la cocina: “Buena relación calidad precio. Buen ambiente y buen servicio. Volveremos”, es una de ellas.
Manuel García Pulido es el encargado de este establecimiento que toma el nombre de las desaparecidas chozas o cabañas que se instalaban en las viñas para que el viticultor oteara y guardara el viñedo. La elección del nombre ya deja claro que estamos en un espacio en el que lo jerezano manda, en este caso, en lo que sale de su cocina.
Como dice García Pulido, la propuesta gastronómica es “muy tradicional, muy típica de Jerez, tapas alguna olvidadas, otras inventadas, pero sobre todo centrándonos en la cocina tradicional con alguna pequeña innovación”. Y pone como ejemplo la salsa de uvas que “sirve como acompañamiento y no para mezclarla con el pescado, la carne… está muy bien y se saborea el salado del pescado con el sabor dulce de la salsa”.
Champiñones al amontillado, “plato totalmente olvidado que es muy laborioso de hacer”, el pavo a la naranja “exprimidas por nosotros”, ensaladilla de gambas, pulpo al ajillo y también a la gallega... son algunas de las opciones de platos “que se han visto superados y que se ofrecen en muy pocos sitios”.
Cuando entran los fríos climatológicos llega el tiempo del cuchareo con guisos como la berza con mucha más carne porque “aprovechamos para picarla y hacer unas croquetas extraordinarias que son una bomba calórica”. Manuel insiste en que su cocina está “hecha para gente de aquí”, por lo que el turismo no es su objetivo como público. Este bienteveo no es una choza en una viña, sino un rincón gastronómico singular en un rincón de la plaza del Caballo. No se lo pierdan.