Mbappé se quitó la máscara, pero fue España la que se disfrazó de superhéroe para firmar una remontada histórica que le da el pase a la fiesta final del próximo domingo en Berlín.
Los de De la Fuente firmaron su sexto triunfo consecutivo en lo que llevamos de Eurocopa. Un hecho que nunca antes había conseguido ninguna selección en la historia de este torneo europeo.
Aunque la cosa empezó pintando mal para la Roja, España logró sobreponerse al tanto inicial de Kolo Muani a los ocho minutos de juego. El jugador francés remató con demasiada facilidad.
Pero en cuatro minutos mágicos, los que fueron del 21 al 25 del primer acto, el combinado español superó la zozobra inicial y le dio la vuelta a la tortilla (francesa).
Un golazo de Lamine Yamal, MVP del partido y goleador más joven en la historia de la Euro, y otro de Dani Olmo, con la inestimable colaboración de Koundé, pusieron a España con 2 a 1 en un marcador que ya no se movería más en todo el encuentro.
Francia, al contrario que Alemania en los cuartos de final, dio menos guerra. Mbappé, dos destellos y poco más. Los de Deschamps estuvieron muy ramplones y apenas llevaron peligro a la meta de Unai Simón.
España manejó bien los tiempos y no había sensación de que el partido se le fuese a escapar. Y así fue. La selección logró su quinto billete a la final de una Eurocopa y está a un solo paso de convertirse en el país que más torneos –ahora está empatado a tres con Alemania– ha conquistado.
Noche triste para los agoreros, para los creadores de memes de Morata, para los que lo critican todo, para quienes no paraban de silbar a Cucurella, para los amigos de Deschamps y para aquellos que no viven con pasión el fútbol de la Roja.