Ecologistas en Acción ha solicitado públicamente al presidente de la Junta de Andalucía que exija que los residuos, particularmente los tóxicos y peligrosos, sean tratados en procedencia y aplicando el principio de proximidad, tras recibir la alerta por los vecinos y vecinas de la cuenca minera, que temen que los residuos del recientemente cerrado vertedero de Zaldívar en el País Vasco acaben en el vertedero de residuos peligrosos y no peligrosos de la localidad de Nerva, en Huelva.
Ante los acontecimientos en Zaldívar, nos recuerdan que la gestión nefasta en Nerva ha llevado a numerosos accidentes que han puesto en riesgo la salud y seguridad de los habitantes de la cuenca minera, y la necesidad de poner fecha de caducidad definitiva al vertedero que gestiona allí Ditecsa.
El cierre del vertedero de Zaldívar en el País Vasco, tras el desprendimiento e incendio de residuos, "hace pensar en la necesidad de buscar un lugar alternativo de almacenamiento tanto de los residuos que allí llegaban como para los que han quedado esparcidos por la ladera, que supondría la carga de 23.000 camiones, según el gobierno vasco". Ecologistas en Acción espera que no los lleven al vertedero tóxico de Nerva, que es el temor de muchos vecinos y vecinas de la Cuenca Minera de Riotinto.
En Nerva, han denunciado desde la organización conservacionista, llevan 22 años con un vertedero de residuos tóxicos caracterizado por una gestión muy nefasta, con más de 15 incendios en el interior de las instalaciones, nubes de polvos tóxicos en las operaciones de descarga y malos olores continuamente, puesto que está a 800 metros escasos de la barriada de El Ventoso del municipio de Nerva, además de numerosos vertidos al cauce del Río Tinto, derrames de residuos en las carreteras y accidentes de transporte. En 2011, 25.000 toneladas de residuos procedentes de Italia, supuestamente de forma regular, terminaron en Nerva. La empresa Ditecsa es la gestora de este vertedero y de otro centro similar en Montornés del Vallés en Barcelona, en el cual, en diciembre de 2019, se produjo un enorme incendio que terminó contaminando el río Besós.
Las instalaciones están colmatadas desde hace tiempo y, sin embargo, en 2014 una sentencia anulaba la denegación de la autorización para su ampliación, por lo cual ésta tuvo que ser aprobada y el vertedero tóxico está asistiendo al incremento paulatino de su superficie que permitirá un volumen que duplicará la cantidad de residuos tóxicos ya depositados allí, prolongando su vida útil unos 30 años más. Así, Nerva se ha convertido a lo largo de estos 22 años de funcionamiento del vertedero tóxico, en el retrete tóxico de nuestro país y de media Europa.
Ecologistas en Acción ha solicitado por todo ello públicamente a Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, que impida el traslado de los residuos de la planta de Zaldívar al vertedero de Nerva, y que exija que sean las empresas responsables de los residuos las que los traten adecuadamente y los gestiones y depositen aplicando el principio de proximidad geográfica.
Para la organización es "necesario y urgente que el gobierno andaluz ponga fecha de caducidad al vertedero tóxico de Nerva y haga una apuesta por proyectos limpios en Nerva, poniendo en marcha un plan de recolocación de los y las trabajadores del vertedero". En todo caso, han urgido a un replanteamiento de esta ampliación vigente y a la realización de un estudio multidisciplinar independiente, con el fin de conocer la incidencia real y los efectos de esta instalación tóxica en la salud de los habitantes de la cuenca minera y en el medio ambiente. Ecologistas en Acción y vecinos de Nerva aseveran que ese estudio, sin duda, será determinante para evidenciar la imperiosa necesidad de clausurarlo definitivamente.