Los presos accedían a diversas sustancias estupefacientes, móviles y hasta a blíster de jamón de pata negra. El pasado viernes se acabó el chollo cuando agentes de la Guardia Civil detuvieron a un funcionario de prisiones que se dedicaba a introducir la mercancía a los reclusos la cárcel de Sevilla-I.
Una vez que fue puesto a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión provisional. El trabajador fue arrestado al inicio del turno cuando se disponía a empezar su jornada laboral en el módulo 8 de la cárcel sevillana, según ha adelantado Diario de Sevilla.
El funcionario acumulaba década y media trabajando para Instituciones Penitenciarias, pero la Benemérita le había estrechado el cerco y acumulaba ya bastante tiempo de investigación sobre su actividad ilícita en la prisión sevillana. La investigación se centra en los importantes pagos que presuntamente pudo recibir por pasar esta mercancía a la cárcel.
Según publica el rotativo sevillano, el trabajador llevaba una mochila "unos tres gramos de hachís y la misma cantidad de heroína y cocaína. Además, llevaba entre cuatro y cinco teléfonos móviles, entre ellos un iPhone de la marca Apple, y hasta 12 paquetes de jamón de pata negra".