El sector primario andaluz está viviendo momentos complicados. A la inflación acumulada en el último año hay que sumar ahora los graves efectos de la sequía de los últimos meses. Es por ello que ya han comenzado las movilizaciones para pedir soluciones políticas al momento que vive el campo.
Este fin de semana se produjo en Córdoba una concentración a la que acudieron representantes de decenas de organizaciones sociales, ambientales, de consumidores y agrarias. La razón era exigir a los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) "un sistema alimentario más justo, sostenible y respetuoso con el mundo rural".
El riesgo de lluvias provocado por el paso de una depresión aislada en niveles altos (DANA) por la Península Ibérica no ha impedido que los manifestantes se dieran cita en la Plaza del Arco del Puente, frente al Puente Romano, aprovechando que los ministros de Agricultura de la Unión Europea visitan la Mezquita-Catedral de Córdoba en el marco de la Reunión Informal de Ministros que se desarrolla hasta el martes en la ciudad a propósito de la Presidencia Española de la Unión Europea.
A esta protesta le seguirá otra este martes convocada con motivo de la Reunión Infomal de Ministros (RIM) por parte de Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, a las 11:00 horas en la Puerta del Puente en Córdoba, debido a "la situación de indefensión que padecen los agricultores y ganaderos ante las políticas que se llevan a cabo desde Bruselas, junto a la desidia y entrega a ciertos 'lobbies' que actúan contra el mundo rural".
Según informaron en una nota los convocantes del acto de este domingo, los ministros de la UE celebran la reunión informal bajo el título 'Las nuevas tecnologías para una agricultura más sostenible y resiliente', mientras que las organizaciones convocantes reclaman que "se implementen políticas públicas que avancen hacia un modelo agroalimentario basado en la agroecología y la soberanía alimentaria y que se dejen de lado las falsas soluciones".
Desde el pasado jueves a este domingo tiene lugar el encuentro de los colectivos en Hornachuelos, en el que hay más de 150 personas de organizaciones llegadas de todo el territorio español. Durante el mismo, el movimiento social alimentario trabaja sobre "cómo afrontar las problemáticas y alternativas" y se define una hoja de ruta para continuar impulsando las mencionadas reivindicaciones.
Las organizaciones reunidas en Córdoba han reivindicado que "las políticas europeas se dirijan hacia la potencialidad de la agroecología, la soberanía alimentaria y el feminismo como las únicas alternativas capaces de alimentar a la población de forma saludable, socialmente justa y ambientalmente respetuosa".
Y han solicitado a los ministros de la UE, presentes en el Consejo Informal de Agricultura, que "pongan todos los medios a su alcance para asegurar que la transición en marcha sea justa con las personas y el planeta, asegurando el futuro del campo y sus gentes".
Protesta el martes
Por su parte, las organizaciones agrarias que convocan la movilización del día 5 han advertido en otra nota de que el campo español "clamará por tener el mismo trato que reciben terceros países". Consideran fundamental que "se exija a las producciones que vengan de terceros países los mismos requisitos a los que se obliga dentro de la UE, igualdad de condiciones laborales, de uso de productos fitosanitarios y controles rigurosos en las fronteras".
Asimismo, han destacado que, en estos momentos, "existe una situación ruinosa" para todos los sectores productivos del país debido a "los altos costes de los 'inputs' necesarios para producir, la falta de mano de obra, mayores requisitos laborales, la falta de reciprocidad con las importaciones y una Ley de la Cadena Alimentaria que, pese a suponer una carga administrativa insoportable al sector, no soluciona los problemas al no contar con recursos suficientes para garantizar unos precios que cubran los costes de producción".
A ello hay que añadir que, en Bruselas, "se aprobó una reforma de la Política Agrícola Común (PAC) desenfocada y fuera de la realidad que exige más con menos recursos, que ha incrementado la burocracia de forma brutal, y que exige nuevas obligaciones sin rigor científico que conllevan mayores costes y menores producciones".
Así, los agricultores y ganaderos españoles reclamarán a los ministros de Agricultura de la UE que "consideren a la alimentación como un asunto de máxima prioridad, cambiando el rumbo de la política agraria para que ésta garantice la soberanía alimentaria europea".
Para ello, ven "fundamental proteger al tejido productivo, es decir, a los agricultores y ganaderos europeos, de forma que éstos puedan cumplir con su principal función: la seguridad alimentaria tanto en cantidad como en calidad para el conjunto de los ciudadanos españoles y europeos".