La dependencia energética de los combustibles fósiles es uno de los mayores problemas a los que los seres humanos se enfrentan desde hace décadas. Las energías renovables ofrecen un halo de esperanza para poder desmarcarse de ellos y se presentan como la gran arma para luchar contra el cambio climático, pero su alto coste y la imposibilidad de producir energía bajo demanda de forma económica hace pensar que ocurrirá a muy largo plazo.
No obstante los investigadores españoles de la Universidad Politécnica de Madrid han descubierto una forma de producir grandes cantidades de energía limpia a bajo coste. El sistema que han ideado se basa en una serie de baterías fotovoltaicas con capacidad de almacenamiento durante largos periodos de tiempo a un coste muy reducido. Estas baterías usan la generación excedente de energías como la eólica o la solar para fundir metales baratos como el silicio a temperaturas superiores a los 1000 grados. En este proceso, el silicio fundido es capaz de almacenar grandes cantidades de energía, algo que se conoce como 'calor latente'.
Una vez fundido, el silicio brilla muchísimo, por lo que puede volver a utilizarse como base energética instalando placas fotovoltaicas en miniatura. Se calcula que podría llegar a producirse hasta 100 veces más electricidad que en una planta de energía solar convencional. Actualmente se usa hidrógeno presurizado para procesos similares, con la diferencia de que el silicio sí se puede almacenar a presión atmosférica, lo que le convierte en más seguro y barato.
Por otro lado el sistema que proponen los investigadores es más sencillo que el de los actuales motores térmicos, porque necesita menos mecanismos para funcionar (por ejemplo no necesitaría intercambiadores de calor) y porque no haría falta contacto físico con la fuente de energía. En definitiva supone un mayor ahorro económico.
Como señala Alejandro Datas, investigador de la UPM y líder del proyecto "gran parte de la electricidad se producirá cuando no haya demanda, por lo que se venderá muy barata". Para Datas es vital almacenar la electricidad sobrante en forma de calor porque es lo más barato, "no tendría sentido guardar algo tan barato en una caja muy cara" apunta.
El invento ya está patentado y los investigadores de la UPM tienen listo su primer prototipo fabricado en el marco del proyecto europeo Amadeus. Todos los datos del estudio, así como los resultados de la primera prueba han sido publicados en un artículo de la revista científica Joule. El próximo objetivo de los investigadores será probar la viabilidad del proyecto a gran escala. Para ello están ya formando el equipo que se encargará de hacerlo posible.