Cientos de personas han reivindicado en una marcha que la Junta de Andalucía rectifique y autorice la consideración del paraíso de Castilnovo, en Conil de la Frontera, como Paisaje Protegido. Un blindaje contra el ladrillazo y el pelotazo urbanístico que se aprobó por mayoría en el pleno municipal del Consistorio conileño pero que, en cambio, ha sido denegado por la Delegación Territorial de Medio Ambiente del Gobierno andaluz de PP y Cs. En una marcha celebrada este domingo a mediodía, organizada por el propio Ayuntamiento y por Ecologistas en Acción, muchas personas han querido sumarse a quienes demandan que este paraíso prácticamente virgen en el litoral gaditano quede totalmente ajeno a las garras de la especulación urbanística.
El alcalde de Conil, Juan Bermúdez (IU), ha agradecido la presencia multitudinaria de tantas personas comprometidas con la exigencia de que el prado y el paraje de Castilnovo sean declarados Paisaje Protegido. "Agradecer a todos los colectivos que se han ido sumando en estos días, asociaciones, partidos... estamos recibiendo el apoyo y el calor del pueblo que reivindica que este espacio quede protegido para las futuras generaciones, que es lo que le estamos pidiendo a la Junta. No entendemos como una figura que existe desde el punto de vista medioambiental, y que toda esta zona reúne los requisitos, se niegue por parte de la Junta de Andalucía".
Lola Illescas, portavoz de Ecologistas en Acción, ha asegurado que este es "uno de los espacios más valiosos e insólitos que nos quedan en el litoral andaluz, y digo insólito porque no es frecuente que pasemos desde una playa, sin solución de continuidad, hacia un terreno agrícola y ganadero como pasa aquí en el prado de Castilnovo. Esta no presencia de la intervención humana en el paisaje es lo que nos mueve más a pedir que se declare Paisaje Protegido". Y ha abundado: "Todo esto es un conjunto que debe ser considerado y merece que el Consejo de Gobierno de la Junta apruebe dicha declaración, porque además es un caso insólito, es el municipio el que lo pide y es la Junta la que dice que no ve justificación para proteger. Nos parece que no se han leído las leyes".
En el acto también ha intervenido el coordinador andaluz de IU, Toni Valero, que ha recordado que "estamos ante una situación de emergencia climática, con un informe de la ONU catastrófico, que refleja cómo Andalucía será una de las regiones más afectadas por el calentamiento global, y ante eso hay que tomar medidas que son impostergables. La administración no se puede quedar mirando para otro lado, y por eso es tan ejemplar que hoy toda la ciudadanía, de la mano de su alcalde y equipo de gobierno, sea la que sale a proteger su patrimonio natural. Estas son las medidas que hay que tomar sin perder tiempo".
El ejemplo de Conil
"Es compatible, como se está haciendo en Conil, defender el medio natural y tener un sector turístico pujante", ha insistido Valero, quien entiende que "hay que ir a otro modelo de desarrollo turístico, respetuoso con el medio ambiente y que acabe con la temporalidad. Conil da ejemplo al resto de Andalucía y el Gobierno andaluz, por ello, debe rectificar, echando atrás también esa Ley del Suelo que tanto daño hace al litoral andaluz".
Castilnovo conserva un paisaje casi extinguido en Andalucía, 385 hectáreas que incluyen campos de cultivo, dunas, lagunas episódicas y playas sin prácticamente alteración, lo que le da un valor singular, y reúne las características que exige la actual legislación de espacios naturales para esta declaración: “Los Paisaje Protegidos son partes del territorio que por sus valores naturales, estéticos y culturales, y de acuerdo con el Convenio del paisaje del Consejo de Europa, se consideren merecedores de una protección especial”.
Este ámbito reúne hábitat de interés comunitario, como los humedales costeros; zonas protegidas por la UE e incluidas en el Red Natura 2000, como el río Salado; colonias de especies amenazadas, como el ibis eremita (Geronticus eremita) y el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus); y restos históricos, como la torre vigía. Pero, sobre todo, se trata de un paisaje único, singular, virgen, nada habitual en nuestras costas y que ha hecho de Castilnovo uno de los lugares más valorados por propios y extraños.
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