Cinco pueblos sin EDAR y dos son un "desastre": así depuran sus aguas los pueblos del Parque Natural de Grazalema

Ecologistas en Acción realiza el estudio de los análisis de los efluentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales de los municipios del Parque Natural Sierra de Grazalema

Depuradora de Villaluenga, en una imagen de archivo.
Depuradora de Villaluenga, en una imagen de archivo.

Ecologistas en Acción ha realizado el estudio de los análisis de los efluentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de los pueblos del Parque Natural Sierra de Grazalema de los años 2020 y 2021. La conclusión es que la mayoría de las depuradoras de los pueblos del Parque Natural funcionan bien, a excepción de las de Villaluenga y Grazalema que depuran de manera muy deficiente. También es de destacar que hay pueblos que todavía, a estas alturas, no tienen depuradora.

Para analizar el rendimiento de las distintas EDAR se ha tenido en cuenta como indicadores tres parámetros: Demanda Biológica de Oxígeno (DBO5), Demanda Química de Oxígeno (DQO) y Sólidos en Suspensión (SS), según los datos aportados por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible (CAGPyDS). El Real Decreto 509/1996, que regula los vertidos de aguas depuradas, impone los límites máximos de estos parámetros: 25 mg/l de DBO5, 125 mg/l de DQO y 35 mg/l de SS.

De los diez análisis realizados en 2020 en la depuradora de Grazalema, 6 de estas muestras superan el límite de DBO5, 7 el límite para DQO y 6 el de Sólidos en Suspensión. El 70 % de las muestras analizadas superan el límite de al menos un parámetro (el 60 % de las muestras superan los límites de todos los parámetros). En 2021 la situación también es mala. De las 12 muestras, 7 superan el límite de DBO5, 6 el límite de DQO y 6 el de Sólidos en Suspensión. Esto supone que el 58,3 % superan los límites en al menos un parámetro (el 50 % los superan todos).

En la depuradora de Villaluenga se han analizado seis muestras. De ellas, dos superan el límite de DBO5, una el límite para DQO y dos el de Sólidos en Suspensión. Esto supone que el 50 % de los análisis superan los límites en al menos algún parámetro. En 2021 la contaminación de los efluentes de la EDAR de Villaluenga es mucho peor. Se han realizado 9 análisis, y 7 de ellos superan el límite de DBO5, 8 el de DQO y 8 el de Sólidos en Suspensión. Esto supone que el 88,9 % de las muestras superan los límites de depuración en al menos 2 parámetros y el 77,8 % en todos. Pero lo más alarmante es que los límites de estos parámetros de contaminación se superan ampliamente, ya que el 74,1 % duplican los límites máximos permitidos, llegando alguno a superar en 35,6 veces el límite de DBO5, 19,7 veces el de DQO y en 40,3 veces el de Sólidos en Suspensión. "Lo cual supone un auténtico desastre, máxime si se tiene en cuenta que estas aguas contaminadas se vierten a la Sima de Villaluenga, contaminando el acuífero que abastece a varias poblaciones", recalcan.

A todo esto hay que sumar los pueblos del Parque Natural que todavía no tienen estación depuradora como son Benaocaz; Benaoján; Cortes de la Frontera, con más de 3.000 habitantes; Jimera de Líbar y Montejaque. De la depuradora de Montecorto no tenemos datos. Una buena noticia es que la EDAR de El Gastor ha mejorado su rendimiento sensiblemente respecto a 2019. En general, se realizan pocas analíticas. Sólo en Ronda se realiza un número significativo, casi siempre dos al mes. Por eso, hemos solicitado a la CAGPyDS que en las demás EDARs se amplíen los controles, al menos, a uno al mes.

Los municipios de Benaocaz en Cádiz y Montejaque, Benaoján, Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera en Málaga carecen de depuradoras de aguas residuales. Aunque están proyectadas esto nos parece un hecho incomprensible, máxime si se tiene en cuenta que ya la Ley 17/1995 del trasvase del Guadiaro al Majaceite estipulaba que un porcentaje del canon se destine a financiar el Plan de Infraestructuras del río Guadiaro, que incluye todas estas EDAR. Existiendo financiación, no se han construido.

Las aguas residuales de los municipios de Montejaque, Benaoján, Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera se vierten directamente al río Guadiaro, declarado Zona de Especial Conservación (ZEC) por la UE, y que aguas abajo trasvasa al río Majaceite para abastecimiento de agua potable a 15 municipios gaditanos, que suman unas 800.000 personas. Mientras que Benaocaz vierte sus aguas residuales sin depurar al arroyo Seco, que terminan filtradas o, por escorrentía, en el río Ubrique.

Ecologistas en Acción pide que se estudie cómo subsanar la deficiencias de las depuradoras de Grazalema y Villaluenga y reitera su petición a la CAGPyDS de la necesidad de que todas las EDAR del parque natural cuenten con tratamiento terciario para garantizar la óptima depuración de las aguas residuales y, en su caso, la posibilidad de reciclar estas aguas depuradas. También se hace necesario que todos los planes urbanísticos incluyan la obligación de contar con una red separativa de aguas pluviales y fecales.

También hemos solicitado que este informe se incorpore a la Memoria anual del parque natural, pues, sorprendentemente, dicha Memoria no incluye ni un dato sobre el funcionamiento de las EDAR, ni la situación de los proyectos de las depuradoras que quedan por construir.

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