La Comisión Europea ha tenido que volver a salir al paso de unas declaraciones del Partido Popular y la Junta de Andalucía para desmentir determinadas cuestiones. En concreto las acusaciones en esta ocasión las había vertido Antonio Sanz, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía.
El hombre fuerte de Juanma Moreno había deslizado que el responsable de la postura contraria de la Comisión Europea sobre la proposición de ley que afecta a los regadíos del Parque Nacional de Doñana era el hijo de Luis Planas, actual ministro de Agricultura en el Gobierno de España.
Según Sanz, esta persona era el encargado de redactar las posiciones del comisario de Medio Ambiente, un lugar que habría utilizado para influir en el rechazo de la institución europea. Sin embargo, la propia Comisión ha desmentido estas acusaciones.
Un portavoz de la Comisión ha explicado que el funcionario en cuestión había revelado su situación personal en una declaración de 'conflicto de intereses', algo que se ha tenido en cuenta para evitar su implicación en el asunto de Doñana.
Bruselas ha reiterado que está cumpliendo su papel de gestionar un expediente sobre la base de una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que obliga a proteger el humedal, además de confirmar que la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, con la que Weber comparte familia política, respalda las acciones de los miembros de su colegio.
La Comisión ha vuelto defender que actúa como "guardián imparcial" de los tratados y ha advertido ya en repetidas ocasiones de que la proposición de ley de la Junta de Andalucía para regularizar regadíos en Doñana puede "deteriorar" el humedal ya que "parece ir en dirección contraria" a la sentencia del TJUE, aunque ha recordado también que las medidas adoptadas hasta ahora por España para garantizar su cumplimiento "no son suficientes, incluso sin contar con el probable impacto negativo de la legislación propuesta".