El Seprona de Sevilla y una dotación del GEAS de la Guardia Civil han documentado el primer hallazgo de especímenes de la especie vegetal invasora Eichhornia crassipes, comúnmente llamado jacinto de agua o camalote, en plena dársena del río Guadalquivir, y que representa una amenaza cierta sobre los ecosistemas fluviales.
Según ha informado en un comunicado, una vez realizada la toma de muestras y su entrega en el departamento de Biología Vegetal y Ecología -Botánica- de la Facultad de Farmacia de Sevilla para el reconocimiento de especies, se iniciaron gestiones con el departamento de Medio Ambiente de la Delegación Territorial para activar el protocolo de control y posterior erradicación de dicha especie invasora.
La Eichhornia crassipes o jacinto de agua o camalote está incluida en la lista de las 100 especies alóctonas más invasoras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) e incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Según ha subrayado la Guardia Civil, que ha informado de que la documentación tuvo lugar el 28 de abril, su peligrosidad radica en que su proliferación tiene consecuencias fatales para las biocenosis acuáticas, eliminando de manera definitiva la fauna y flora acuática.
Asimismo, posee una intensa evapotranspiración, disminuyendo así la cantidad de agua almacenada en lagunas o balsas, e impidiendo su uso por el hombre (riego, consumo humano, etc.).
Además, dificulta la navegación, reduce o elimina la pesca, el plausible bloqueo de las turbinas de las centrales hidroeléctricas, el peligro potencial sobre el desarrollo de los deportes náuticos o de la pesca deportiva y las poblaciones de estas especies son un medio ideal para la proliferación de mosquitos con el peligro que eso podría entrañar para la salud humana.
Por todas las consecuencias negativas que posee esta especie sobre el medio natural donde se desarrolla son los problemas que se están padeciendo en áreas donde la invasión ha alcanzado niveles dramáticos, como es el caso del río Guadiana en España, el lago Victoria en África y los pantanos y manglares de Florida.
Actualmente, el Seprona y GEAS de la Guardia Civil, junto con personal del Servicio de Geodiversidad y Biodiversidad de la Consejería de Medio Ambiente de Sevilla, vienen desarrollando trabajos encaminados a la eliminación de esta especie en plena dársena del río Guadalquivir, retirando pequeños núcleos desde la zona conocida como el puntal verde, lagos los Hippies o Fondo del Saco, hasta en la zona situada bajo el puente del Quinto Centenario.
Tanto la Guardia Civil como la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, según ha agregado la Benemérita, "no han escatimado esfuerzos a la hora de luchar contra esta planta invasora".
No obstante y para conseguir erradicar definitivamente su presencia en el río Guadalquivir, se recomienda a la población que ante cualquier avistamiento en cualquier masa de agua, río, charca, laguna,...o en un centro comercial, lo comuniquen inmediatamente, si es posible adjuntando una fotografía y ubicación, al email: exoticas.invasoras.cagpds@juntadeandalucia.es o al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Sevilla. Así, a recordado que la venta o tenencia de estos ejemplares está prohibida por ley.
Como consecuencia de todo esto, el Seprona está llevando una investigación sobre el origen de estos especímenes de camalote encontrados en la dársena del Guadalquivir para averiguar si es un caso fortuito o si pudiera tratarse de alguna acción con repercusiones penales.
Hace apenas un mes, en este mismo río se localizó al siluro, una de las especies invasoras que más preocupan en la actualidad. Originaria de Europa Central, este pez lleva años extendiéndose por toda Europa y su alta capacidad para reproducirse le convierten, así, en un peligro inminente para el Guadalquivir.