En un entorno en el que normalmente solo se escucha el canto de los pájaros o el mugir de alguna vaca de marisma, ahora hay maquinaria pesada y una docena de obreros. En las marismas de Trebujena, cerca del río Guadalquivir, se trabaja a destajo para regenerar unos humedales que llevan secos un siglo.
Hay muchas ganas en la localidad gaditana de ver el resultado de un proyecto que moverá 700.000 metros cuadrados de tierra para recuperar una marisma donde ahora solo hay terreno baldío. Cuando acabe, habrá miradores, observatorios de aves y un sendero peatonal, que impulsarán este espacio como atractivo ecoturístico.
"Hasta mediados de los años 50 del siglo pasado, este espacio aún conservaba dos grandes lucios (lagunas de agua dulce). Estos terrenos fueron transformados entonces mediante un sistema de drenaje para su puesta en cultivo, una operación que fracasó debido a la elevada salinidad del sustrato y su excesivo contenido en arcillas pero que dejó profundamente alterado el funcionamiento hidrológico del sistema que, en la actualidad, solo se inunda en años muy lluviosos", explicaba este viernes Mercedes Colombo, delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, de visita en la zona.
El proyecto de recuperación de humedales del paisaje agrario del Bajo Guadalquivir, que es como lo denomina la Junta, está incluido en la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Cádiz y tiene un presupuesto de 1.953.899 euros.
"Este proyecto es muy importante para Trebujena y llevábamos mucho tiempo esperándolo”, ha señalado el alcalde de la localidad, Ramón Galán, para el que éste es "un claro ejemplo de colaboración entre Administraciones para impulsar un proyecto de manera sostenible en un medio natural". "Su regeneración va a favorecer la implantación de avifauna y el turismo ornitológico”, apunta el regidor trebujenero, que espera que con esta actuación el municipio tenga un lugar destacado en el panorama nacional.
A la hora de diseñar el humedal se ha hecho de manera sectorial, ya que se ha regulado por compuertas para que pueda recibir tanto agua dulce procedente de las precipitaciones como agua salobre procedente del cauce del río Guadalquivir. "Esta diversidad de ambientes (dulce y salobre), y la existencia de diferentes niveles de inundación, permitirá que los lucios se puedan convertir en una de las principales áreas de nidificación de la cerceta pardilla, una especie catalogada en peligro de extinción a nivel nacional y que ha sufrido un dramático descenso de sus poblaciones en los últimos años", ha matizado Colombo.
Para conseguir desarrollar el proyecto, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha firmado convenios de colaboración con los titulares de las dos fincas afectadas, "que han mostrado en todo momento su interés por recuperar ambos humedales. Debe tenerse en cuenta que la conservación de los mismos es perfectamente compatible con el mantenimiento de los aprovechamientos tradicionales de la marisma, especialmente el ganadero", ha señalado Colombo.
"El espacio, no obstante, ha mantenido durante todo este tiempo un enorme potencial ecológico que ha hecho que la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul haya puesto en marcha un ambicioso proyecto para la recuperación de los antiguos lucios, que ocuparían una superficie de más de 200 hectáreas", ha resaltado Colombo.
El ámbito geográfico del proyecto son las marismas desecadas del antiguo estuario del río Guadalquivir en Trebujena, muy próximas al espacio natural de Doñana y a la Zona de Especial Conservación (ZEC) Bajo Guadalquivir, uno de los principales puntos de interés para turismo ornitológico, y que ya se la conoce como la 'Doñana gaditana'.
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