En los últimos años, el cerdo vietnamita se ha convertido en una de las mascotas más demandadas en España. Su pequeño tamaño y su aspecto adorable cuando son crías han embelesado a muchas personas que no han dudado en traer algún ejemplar a sus casas. Ahora bien, cuando crecen la cosa cambia.
La docilidad de este animal cuando tiene poco tiempo de vida desaparece por completo cuando es adulto. También deja de ser tan "mono", ya que gana mucho peso y alcanzan un tamaño considerable. Es por ello que no son pocos los que deciden abandonarlos en espacios donde supuestamente pueden prosperar.
Y no es mentira que los cerdos vietnamitas pueden sobrevivir en los campos de España, pero, como suele ocurrir con las especies no autóctonas, en el momento en que empiezan a reproducirse se convierten en un peligro para todo el entorno. Es por ello que este animal se considera especie invasora desde 2019.
El peligro del cerdolí
Aunque la incidencia del cerdo vietnamita es peligrosa para la sostenibilidad de la fauna autóctona, aún es peor el resultado del apareamiento de este animal con los jabalíes. El llamado cerdolí fue avistado por primera vez en 2010 y desde entonces se ha encontrado progresivamente por casi todos los rincones del país.
Se trata de un espécimen más pequeño que el jabalí, pero más ancho y grueso, ya que suele pesar entre 80 y 100 kilos, peludo y oscuro. El principal problema es que, al igual que los cerdos vietnamitas, sus camadas son realmente grandes por lo que si consiguiera reproducirse podría provocar un grave problema de superpoblación, con el riesgo que esto supone para las especies autóctonas.
En Andalucía, hace apenas unos días, la revista Jara y Sedal se hizo eco del hallazgo de un cerdolí en un coto de la localidad de Benahadux, en Almería. En la comunidad se están reportando cada vez más encuentros con este animal que tiene una alimentación muy similar a la del jabalí ibérico, lo que podría poner en peligro su supervivencia en caso de extenderse la población de esta especie invasora.
Voces favorables y contrarias sobre su control y caza
El cazador Francisco Rodríguez Pérez fue quien encontró el espécimen de cerdolí en Almería y también el encargado de contactar con los responsables de Jara y Sedal para que se hicieran eco de esta información, alertando a los vecinos de la necesidad de abatir al animal para evitar que se reproduzca, más aún en esta época en la que están en celo.
Por su parte, el Partido Animalista Pacma no se ha quedado al margen de esta información y ha arremetido contra los cazadores criticando que "si por ellos fuera, matarían a todo ser vivo sobre la tierra". La formación en defensa de los animales ha dejado clara su postura y asegura que estará "frente a ellos" para hacerles frente.
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