El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha lanzado la primera campaña de concienciación sobre bienestar de peces en Andalucía con la publicación de unas imágenes del sufrimiento que experimentan estos animales en piscifactorías de la comunidad.
La producción de trucha arcoiris está muy extendida en España, con decenas de piscifactorías repartidas entre varias comunidades autónomas. En Andalucía, la principal empresa es Piscifactorías Andaluzas, que cuenta con dos granjas en el municipio de Loja, en Granada.
En 2022, la organización animalista Fundación Franz Weber publicó una investigación sobre las condiciones de vida de los peces en piscifactorías españolas, y gran parte de las imágenes correspondían a granjas de trucha arcoiris, entre ellas en Piscifactorías Andaluzas.
En dichas imágenes se observa cómo los peces son introducidos en grandes contenedores con hielo y agua para su sacrificio. Según una trabajadora de la piscifactoría, los peces tardan una hora y media en morir mediante este método. En un solo día, se sacrifican entre 1.300 y 1.800 truchas.
En las imágenes, aparecen las prácticas actuales, sin aturdimiento efectivo previo, que consiste en meter a los peces en agua con hielo para que mueran por hipotermia o asfixia, un método de sacrificio que, según el Observatorio de Bienestar Animal, está desaconsejado por la comunidad científica, la Unión Europea y otras autoridades por el sufrimiento que supone para los peces.
En España, además, la ley 32/2007 para el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio, obliga a realizar un aturdimiento previo al sacrificio a todos los animales destinados al consumo. Por ello, el Observatorio de Bienestar Animal ha interpuesto una denuncia administrativa a Piscifactorías Andaluzas por una supuesta infracción muy grave en sus métodos de sacrificio.
Además, esta organización ha lanzado una recogida de firmas para concienciar sobre estas condiciones en las que son sacrificados los peces en España.
"Piscifactorías Andaluzas debe parar este sufrimiento ya. Las personas que consumen trucha en el país se horrorizarían si supieran que proviene de unas prácticas tan crueles", expresa Míriam Martínez, responsable de bienestar de peces en OBA.
Según explican desde el Observatorio, "varias piscifactorías en España ya se han comprometido públicamente a reemplazar sus sistemas de sacrificio por sistemas de aturdimiento eléctrico más humanitarios". Así, piden a Piscifactorías Andaluzas, en ese sentido, "un compromiso público de aturdimiento a los animales antes de su sacrificio, con fecha límite 2026". Y Martínez recalca que "existe la maquinaria y el conocimiento científico para ello".
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