Una noticia que vio en televisión hace unos ocho años conmocionó a Enrique Herrero. Unas riadas habían provocado más de 200 muertes en un país africano. Roberto Brasero, el hombre del tiempo en Antena 3, explicaba aquellas precipitaciones como consecuencia del cambio climático debido a las islas de plástico del Pacífico. Unas islas que tienen tres veces el tamaño de Francia. "Al ver esa noticia me dije que tenía que intentar quitar todo el plástico que me fuera posible. Aquello se convirtió un poco en mi obsesión", destaca a lavozdelsur.es.
Enrique, gran amante del deporte, practicaba por entonces maratón, triatlón, duatlón y participaba en carreras de medio fondo. "Pero me dejó de motivar coger un trofeo al final de cada carrera, ya que me empezó a ilusionar más salir a correr y traerme cosas para atrás". De esta forma, este profesor de Gerena (Sevilla) comenzó a practicar plogging, una iniciativa sostenible que nació en los países nórdicos y que combina deportes como el running con el cuidado del medio ambiente.
Para tratar de concienciar y sumar gente a su causa, Enrique creó una asociación llamada Change Revolution, que después se fusionó con Ok Planet, una iniciativa puesta en marcha por Iván Barbosa en Sevilla con el objetivo de reunir a personas concienciadas con el cuidado y la preservación del planeta y los seres que lo habitan.
"Yo suelo salir casi todos los días a correr y se me ocurrió crear el personaje de Quique Bolsas Azules, porque compraba las bolsas de ese color, que eran las buenas para ir corriendo y recogiendo. El mensaje es que en cada salida que hagas te lleves una bolsa para recoger la basura, que aunque no es tu basura, sí es tu planeta", indica Herrero.
"No cuesta trabajo salir a correr con una bolsa y recoger la basura que encuentres tirada"
Un día, este maestro sevillano se quedó sin sus bolsas azules y se rebautizó como Quique Bolsitas, un personaje que tiene hasta un peluche y que va por muchos colegios hablando sobre la importancia vital de cuidar nuestro planeta. Además, Enrique recorre España corriendo, paseando, o en bici, pero siempre con su bolsa. "No cuesta ningún trabajo salir con ella si vas a caminar o correr. Y recoger la basura que te encuentres tirada".
Quedadas por todo el país
Desde Doñana hasta los Pirineos pasando por el litoral mediterráneo y recorriendo la cornisa cantábrica. "Yo salgo a correr o andando, pero también hay gente que hace plogging en kayak o con esnórquel. Lo que cambia es la forma, pero salimos con la intención de dar una respuesta a la basuraleza. A veces somos incómodos porque sacamos muchas vergüenzas a las instituciones. Las cunetas de las carreteras de Andalucía son de pena. Esto en Cataluña, por ejemplo, no pasa. En Donaña he sacado camaleones y serpientes de latas de refrescos. He quitado plásticos de las madrigueras de los conejos", relata Enrique que, próximamente, quiere hacerle una visita a los Guardianes del Entorno de Bornos para intercambiar ideas y experiencias.
"No es que me guste ver limpias las cosas, es que la basura contamina el suelo y ahí viven seres vivos. He visto tortugas muertas en El Palmar, en Mazagón y Almería. También me he encontrado con delfines muertos. Al final, como dijo Leonardo da Vinci, 'uno no puede amar aquello que no conoce'. Cuando tú estás con los pies en la tierra y sientes el pinar, la playa o el río, te permites el momento de integrarte con la naturaleza y convencerte de que esto va contigo".
"Yo no hago otra cosa que agacharme y coger basura. Esto lo puede hacer todo el mundo. La cuestión es querer"
Su labor como docente también la aprovecha para concienciar a las futuras generaciones. "En mi asignatura de Educación Física y de Valores y Ciudadanía trato de dar ese mensaje de educación ambiental, de que tenemos que reducir (es la primera erre) en nuestro consumo y nuestra forma de vida. Después tenemos que reciclar y reutilizar. Yo insisto también mucho en otras erres como regalar y recoger. Muchos me dicen: 'Esto no es mío'. Yo les digo que sí, que no será de ellos, pero es nuestra naturaleza. Cuando empecé con esta iniciativa también mucha gente me decía que para qué si mañana iba a estar todo igual. Ese mensaje derrotista yo lo transformo y entiendo que mi acción sí tiene valor".
Y la negatividad de muchos la transforma en pasos hacia un mundo mejor. "Si pienso que lo que hago no vale, mal vamos. Por poco que sirva, algo siempre vale. Y luego se suma una persona, otra y hemos hecho quedadas con muchísima gente. Detrás de Quique Bolsitas están mis alumnos, Ok Planet y la gente que nos ayuda. Sin ese apoyo no sería nada. El mensaje es que tenemos que cambiar algo con pequeños hábitos. Tomar conciencia y pasar a la acción. Yo no hago otra cosa que agacharme y coger basura. Esto lo puede hacer todo el mundo. La cuestión es querer tener un mundo más saludable y limpio".