Este jueves se ha reunido en Sevilla por tercera vez el Comité de Expertos contra la Sequía y en él ha estado presente Juanma Moreno. De hecho, el presidente de la Junta de Andalucía ha realizado un anuncio que ha sorprendido. Todo hace indicar que las grandes ciudades andaluzas comenzarán el verano con restricciones de agua.
Andalucía pasa por un momento crítico por la falta de lluvias. Los embalses se encuentran por debajo del 20% de su capacidad aunque hay varias provincias en una situación bastante peor. Ello lleva al Gobierno andaluz a aprobar un cuarto decreto de sequía con una inversión de 200 millones de euros, 50 de ellos para ayudar al sector agroalimentario.
El presidente andaluz ha dejado claro que lo que más preocupa de la sequía son las consecuencias económicas. En referencia a ello, además de al sector agroalimentario, ha mencionado el turismo, uno de las áreas que más aporta al PIB de la comunidad. "Si no hay agua, no hay turistas", ha advertido Juanma Moreno en el inicio de su intervención.
"La situación es extrema. No es alarmar, se trata de ser realista. Tenemos poco margen. Es un problema real para nuestra economía y el sector primario ya está afectado. La temporada de arroz ha sido nula", ha remarcado el líder del Partido Popular en Andalucía para intentar concienciar a la ciudadanía andaluza durante la reunión del Comité de Expertos.
Moreno ha querido aclarar la situación, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos días ha llovido. El presidente de la Junta ha explicado que este tipo de lluvias intermitentes y suaves apenas sirven para solucionar el problema en el que se encuentra en la comunidad. De hecho, ha manifestado que hacen falta 30 días como mínimo de lluvias continuadas para normalizar la situación. Andalucía ya suma cinco años de sequía.
Pero el titular, sin duda, ha sido el aviso que ha lanzado a los ciudadanos de toda Andalucía. Actualmente medio millón de andaluces ya sufren limitaciones en el abastecimiento mientras que otros siete millones comienzan a tener restricciones de alguna u otra forma como en el riego o el llenado de piscinas. Según Moreno hay "poco tiempo" para revertir la situación por la "herencia recibida" y el déficit histórico de obras hidráulicas que tiene Andalucía.
En caso de que no llueva lo necesario, el presidente de la Junta de Andalucía ha dejado claro que las grandes ciudades andaluzas como Sevilla, Málaga o Córdoba comenzarán el verano con restricciones de agua. Por ello ha hecho un llamamiento a ciudadanos, sector privado e instituciones para hacer un uso responsable de agua.
El problema de la sequía es, para Moreno, un "asunto de carácter nacional y también internacional" y la Unión Europea tiene que "tomar cartas en el asunto" porque está afectando a la comunidad autónoma que genera y produce alimentos para 500 millones de personas. La sequía está afectando al PIB andaluz en casi un punto, con efectos no sólo en el sector agroalimentario, sino también del turismo y la industria, según Juanma Moreno. De hecho, el presidente andaluz ha reconocido que la Junta está "dejando de arreglar carreteras para centrar esfuerzos en la política del agua. Nada tienen que ver las previsiones con la realidad".
En este sentido, la Junta ha puesto soluciones encima de la mesa. Una de ellas ha sido instar a los ayuntamientos a hacer las obras necesarias para evitar las fugas de agua que se producen por las tuberías subterráneas y donde se pierde la mitad del agua acumulada. También ha hecho referencia a las presas obsoletas.
Sin embargo, desde el Ejecutivo andaluz insisten en que no se trata de un problema exclusivamente de Andalucía, ni mucho menos, por lo que piden la implicación de la Unión Europea y al Gobierno para abrir los trasvases de agua entre provincias, comunidades y países. Moreno ha reconocido que desde la Junta se ha pedido ayuda a Portugal.
No es la única medida que contempla Andalucía. El presidente andaluz también ha anunciado obras en los diferentes puertos andaluces, principalmente el de Algeciras, para adaptarlos de cara a la llegada de barcos cargados de agua desde otros países para el consumo humano. Ese agua que llegara en barco sería trasladada a plantas potabilizadoras para poder ponerla en la red de suministro del conjunto de los ciudadanos.
"Lo que está claro es que tenemos que buscar y tener encima de la mesa todas las fórmulas posible y estudiar cuál es la más eficiente en términos de coste y de tiempo y, por tanto, en cuánto podemos disponer de agua lo antes posible", ha sentenciado el presidente.