González Byass escribe una nueva página en la historia del mundo del vino. Lo hace con el regreso a sus bodegas de un Amontillado de Jerez que ha recorrido los mares y océanos del planeta a bordo del Buque Escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano. Se trata del vino Viña AB Estrella de los Mares, cuyo nombre evoca el astro que guía a los marinos en la mar, y del que González Byass ha embarcado dos medias botas en el buque escuela de la Armada Española para hacer “viaje redondo”, una tradición bodeguera que consistía en enviar botas en las largas travesías para que la mar favoreciera la evolución del vino.
La recepción de las dos medias botas ha tenido lugar en las bodegas de González Byass en Jerez de la Frontera, donde Mauricio González-Gordon, Presidente de González Byass, y el Comandante del Buque Escuela, Santiago de Colsa, han firmado el Manifiesto de Entrega. Este documento certifica que el vino ha viajado y completado con éxito el 93º crucero de instrucción del Juan Sebastián de Elcano. Además, Antonio Flores, enólogo de la bodega jerezana, ha ofrecido una cata del Amontillado Viña AB y Amontillado Viña AB “Estrella de los Mares”, constatando la evolución que ha experimentado el vino.
El acto ha contado, también, con Pedro Rebuelta, Vicepresidente de González Byass; Jorge A. Grosse, CEO de González Byass; Eugenio Díaz del Río, Almirante de la Flota (ALFLOT); José Núñez Torrente, Almirante Jefe del Cuartel General Marítimo de Alta disponibilidad, y Ricardo Hernández López, Almirante del Arsenal de Cádiz.
Viña AB Estrella de los Mares ya se encuentra en la bodega tras finalizar el 93º crucero de instrucción de guardiamarinas, que partió de Cádiz en agosto de 2020 y con el que se ha conmemorado la primera circunnavegación del mundo realizada por la expedición Magallanes-Elcano hace 500 años. En esta aventura que supuso esa gesta de universal trascendencia, se embarcó vino de Jerez por valor de quinientos noventa mil reales, como consta en el libro de bastimentos que se conserva en el Archivo de Indias. Cinco siglos después, la bodega jerezana, gracias a la Armada de España, ha vuelto a enviar un Jerez que ha recorrido el globo, recuperando una costumbre del pasado y logrando una evolución extraordinaria en el vino.
Durante la navegación, factores como la temperatura, la presión y, sobre todo, el vaivén continuo de las olas del mar somete al vino a una intensa microoxigenación que acelera el proceso de oxidación y extracción de los componentes de la madera, influyendo positivamente en la crianza y envejecimiento del vino, mejorando notablemente su calidad. Antaño, estos factores provocaron que el valor de los vinos, conocidos como vinos “mareados” o de “ida y vuelta”, llegara a multiplicarse por cinco.
Este escenario hizo que muchos bodegueros de la zona enviaran sus vinos en “viaje redondo” para incrementar su valor en el mercado. Con la llegada de los barcos de vapor, esta práctica cayó en el olvido hasta 2018, año en el que González Byass, en colaboración con la Armada española, embarcó dos botas de XC Palo Cortado en el Buque Escuela.
Ahora, tras un periplo oceánico que le ha llevado a Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), El Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador), Acapulco (México), Honolulú y Guam (EE. UU.), Cebú y Manila (Filipinas), Tidore, Macasar y Yakarta (Indonesia), Goa (India) y Salalah (Omán), esta joya ha regresado a la bodega y será embotellada por González Byass.
El resultado será Viña AB Estrella de los Mares, un vino que por las circunstancias de la navegación, unidas a la concentración por evaporación de parte del contenido de cada media bota, ha evolucionado de forma espectacular. El tiempo y las condiciones medioambientales le han otorgado un color ámbar intenso y han aumentado su complejidad, con una notable influencia de su larga crianza biológica, así como un componente salino muy acentuado por la brisa marina. Es un vino exclusivo y escaso con el que González Byass se suma a la conmemoración del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo a vela.