Sol de Andalucía embotellado (como decía aquel acertado eslogan de una conocida marca) y sol naciente. Y viceversa. El Consejo Regulador tiene previsto coger impulso tras el hermanamiento del vino de Jerez con el sake, la bebida tradicional japonesa, y llevar a cabo una serie de actos que potencien el consumo del jerez y la manzanilla en el mercado nipón, que es un mercado importante –se mueve desde hace años alrededor del décimo puesto– y en el que siempre se ha visto un gran potencial, ya que hay que tener en cuenta la aceptación que la cultura andaluza tiene en dicho país, con el flamenco a la cabeza... y el hecho de que se trata de un país con 125 millones de habitantes y un elevado poder adquisitivo.
El propio embajador de Japón, Takahiro Nakamae, estuvo presente en Jerez por el hermanamiento con el sake, que se llevó a cabo coincidiendo con el XII Salón Internacional Vinoble. Nakamae, que de joven residió dos años en España, es un gran conocedor de la cultura y de los vinos españoles. Coincidiendo con el hermanamiento, también estuvieron presentes responsables de lo que vendría a ser el equivalente del ICEX español.
Algunos puristas cuestionaron la presencia de un 'stand' de sake –no se elabora a partir de uva, aunque sí es una bebida que fermenta– en el salón de este año, aunque en realidad tampoco es algo tan inusual que en la muestra haya siempre algo que se salga de la norma, al contrario. César Saldaña, presidente del Consejo Regulador, no le dio ninguna importancia a estas críticas y apostó por cerrar un programa del vino de Jerez en Japón próximamente, coincidiendo también con que en 2024 se cumplen veinte años desde que dieran comienzo los cursos de formación de venenciadores en dicho país.
Hay que recordar también que Jerez, siendo la socialista Pilar Sánchez la alcaldesa, se hermanó con la ciudad de Kiyosu, lazos que también el Ayuntamiento estaría interesado en retomar, tanto desde un punto de vista cultural como económico.