Son muchas las personas que están pendientes de la llegada del gran acontecimiento comercial que supone el pistoletazo de salida de las compras navideñas. El Black Friday está a la vuelta de la esquina y llegará repleto de rebajas en todos los sectores. Las empresas ofrecen descuentos apetitosos que, aunque el 25 de noviembre sea el día oficial, se podrán disfrutar a lo largo de varias semanas. Muchas tiendas deciden adelantarse y están listas para una campaña que, en tiempos de inflación, es muy esperada por las familias.
Hay estudios que afirman que el mes de noviembre es el segundo del año con más compras generando el 10,42% de la facturación anual del ecommerce. Pero hay que tener cuidado ya que hay algunos negocios que aprovechan este evento para ofrecer rebajas irreales. Desde hace un par de años, la OCU realiza un seguimiento de la evolución de precios y revisa cientos de productos a la venta en las principales tiendas online, para ver si las anunciadas rebajas son reales o si se hinchan los precios para bajarlos en esos días.
Es un buen momento para cambiar la decoración del salón o adquirir ese mueble tan práctico que viste hace un tiempo en tu tienda favorita. Sin embargo, a veces, lo barato sale caro y es mejor no dejarse llevar por los impulsos. El primer consejo para que los gastos no se descontrolen es comparar para ahorrar. En la mayoría de los casos, siempre se puede encontrar el mismo artículo a precios muy diferentes. Por ello, se recomienda indagar un poco para hacerse con la opción más barata con la mejor relación calidad precio.
Debido a que salir ileso de la selva de descuentos a veces es todo un reto, compara antes de elegir cualquier producto para tu hogar. Además, recuerda que en la etiqueta debe aparecer siempre el precio original o el porcentaje de la rebaja, o las dos cosas.
En estas fechas, por mucho que bajen los precios, las garantías son las mismas. Por ello, las tiendas solo están obligadas a proceder a la devolución del dinero en caso de que los artículos presenten defectos de fábrica. Aunque, últimamente, ofecen políticas de devolución variadas y, en muchas ocasiones, dan un vale con el mismo precio para gastar.
Muchas personas disfrutan de la experiencia de compra presencial en los establecimientos y son felices merodeando entre estanterías, pero otras apenas tienen tiempo y optan por hacerlo online. En este caso, es aconsejable utilizan una tarjeta prepago, una tarjeta de crédito o Paypal, pero nunca una transferencia bancaria, como método de protección ante posibles estafas. En cualquier caso, es importante guardar el ticket ante cualquier inconveniente.
Armarios, lámparas, sofás, adornos o árboles navideños de ensueño. Es fácil caer en la tentación, sin embargo, es recomendable controlarse y ofrecer resistencia para que la cuenta no sufra una bajada imprevista. Ante esta situación, lo mejor es hacer una lista de cosas que realmente necesites, pensar y, una vez más, comparar. Las comprar impulsivas puede que fomenten el movimiento del sector logístico, pero, al mismo tiempo, también producen un gran impacto en el medio ambiente. Por ello, hay que aprovechar las gangas, pero con cabeza y sin contribuir al consumismo masivo.
No te quedes con lo primero que veas, rebusca, pero tampoco te duermas en los laureles porque, en Black Friday, todo se agota con rapidez. Prioriza y ahorra.