Jesús Medina Cachero, reconocido empresario bodeguero y expresidente de la Cámara de Comercio de Jerez, falleció el pasado martes. Su entierro fue este miércoles por la mañana en la más estricta intimidad, por deseo de la familia. La Cámara de Comercio ha expresado a través de sus redes sociales su consternación por esta pérdida, destacando que a lo largo de su mandato, "trabajó con pasión y compromiso, consolidando a la Cámara como un motor clave para el crecimiento económico y el apoyo al tejido empresarial de nuestra ciudad". Jesús Medina fue presidente de la Cámara entre 1998 y 2013, justo cuando decidió no presentarse para un quinto mandato y dar un paso al lado para que entraran nuevas generaciones.
Medina fue uno de los principales impulsores en ir de la mano de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) e incluso el Ayuntamiento de Jerez en distintos proyectos, caso del Edificio Empresarial, que en la actualidad sirve de sede compartida a la propia Cámara de Comercio de Jerez y la delegación de la CEC en Jerez. De hecho, Javier Sánchez Rojas, su sucesor, es presidente tanto de la Cámara de Comercio como de la CEC. Durante su presidencia también se puso en marcha el vivero de empresas del Parque Empresarial. El propio Sánchez Rojas destacó que Medina "fue el hombre que metió en el siglo XXI a la Cámara de Jerez" y que supo buscar ingresos para su funcionamiento tras el recorte del Gobierno durante la época de Rodríguez Zapatero.
La familia Medina es actualmente la principal accionista de un nombre clásico del Marco de Jerez como es Williams & Humbert. Jesús Medina Cachero fue consejero delegado de esta empresa, de la que hoy está al frente su hijo Jesús Medina García de Polavieja. Jesús y sus hermanos, José, Ángel y Nicolás, comenzaron a trabajar en el sector bodeguero en Rumasa –de hecho, Jesús fue durante un tiempo el hombre de Ruiz-Mateos en Reino Unido–, pero pronto la familia tuvo negocios propios. Con nombres como José Medina, Pérez Megía o Luis Páez se iniciaron como empresarios en el sector, con especial atención a Sanlúcar y la manzanilla. Años después, sus negocios confluyeron en lo que fue el Grupo Medina (ya con la gran bodega de la N-IV que fue sede de Bodegas Internacionales) y, finalmente, con Williams & Humbert, después de llegar a un acuerdo con su socio holandés Ahold, interesado en desinvertir en Jerez, nombre histórico que decidieron que diera cobertura al grupo hace cosa de veinte años.
La alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, en nombre de la Corporación Municipal y en el suyo propio, ha expresado su hondo pesar por el fallecimiento de Jesús Medina. García-Pelayo ha destacado su importancia en el impulso empresarial y económico de la década de los 90 y primera década de los 2000 en la ciudad de Jerez, con un gran liderazgo empresarial que le llevó no solo a presidir la Cámara de Comercio, sino a ser una pieza clave del Consejo Andaluz de Cámaras durante ese período y del Consejo Superior de Cámaras. La alcaldesa ha señalado que "la intuición, capacidad de trabajo y de formar equipos, su calidad humana hicieron de Jesús Medina uno de los empresarios bodegueros más destacados de la ciudad, aupando de nuevo a la marca Williams&Humbert a escalas nacionales e internacionales de altísimo nivel".
Desde el Ayuntamiento se ha valorado de forma especial la contribución de Medina Cachero al asesoramiento a decenas de empresas y autónomos locales, convirtiendo a la Cámara de Comercio en un motor esencial de la economía jerezana, siendo en 2012 distinguida con el Premio Ciudad de Jerez.
Este cronista trató personalmente durante este período de crecimiento de la bodega tanto a Jesús como a su hermano José, un período complejo en el Marco de Jerez (y cuando no). También, aunque menos, a Ángel. Eran tres personas muy distintas, pero que tenían en común el firme compromiso de sacar adelante un proyecto empresarial de primer orden, pensando ya en sus sucesores y en hacerse un hueco entre los grandes nombres del sector, como así ha sido. Un par de veces compartí mesa y mantel con los tres y debo decir que las dos veces fueron reuniones francamente divertidas: José es una persona seria y reservada... hasta que soltaba una. En el medio estaba Jesús, con un sentido del humor mordaz e irónico (escribió un libro sobre sus vicisitudes en la marinería, 'Don Quijote de la Lancha') y que jugaba a los dos palos, serio y divertido, y, por supuesto, Ángel, una persona risueña que sacaba punta a todo.
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