La multinacional Holcim (LafargeHolcim) en Jerez, como ha avanzado lavozdelsur.es, ha comunicado este martes a su comité de empresa y al resto de sus empleados su intención de comenzar un periodo de consultas en el marco de un despido colectivo. La compañía pretende así iniciar el proceso de conversión de su fábrica de cemento en una estación de molienda desde donde se continuaría atendiendo al mercado de la región, una transformación que considera imprescindible para su futuro.
Sin embargo, en el documento notificado al comité de empresa, el punto número que argumenta la empresa para justificar su ERE, que está por determinar a cuántos de los 80 empleados de la cementera jerezana afectará, alude a causas estrictamente económicas. El plan de "racionalización y transformación industrial" de la fábrica de Jerez tiene como objetivo número 1 "reducir el sobredimensionamiento industrial que viene soportando la estructura de la empresa desde hace años". El comité de empresa no ha recibido respuesta sobre en qué medida afectará a la plantilla el ERE, pero por el plan de la dirección para la fábrica se teme lo peor. Despidos con indemnizaciones para una plantilla con una media de edad de entre 40 y 45 años con difícil salida en un mercado laboral muy deprimido, más aún desde la irrupción de la pandemia.
En dicho documento remitido desde la central de Madrid, al que ha accedido este medio, la dirección de LafargeHolcim España plantea un "ajuste de plantilla", entre otras medidas, "al objeto de promover la sostenibilidad del negocio en condiciones de competitividad y rentabilidad a medio y largo plazo". En una nota de prensa remitida por la compañía a los medios, Isidoro Miranda, director general de LafargeHolcim en España ha reiterado la “voluntad de la compañía de trabajar con los interlocutores sociales para llegar a un acuerdo que permita la continuidad de nuestra actividad en la localidad de Jerez”.
"Este proyecto, basado en una lógica de reorganización y ajuste industrial por causas productivas y organizativas, viene a raíz esencialmente de un exceso de capacidad industrial, junto con la caída de las exportaciones, tanto en volumen como en precio, y la reducción de las asignaciones de derechos de emisión de CO2 conforme a la nueva normativa europea. Con esta comunicación, la compañía inicia las negociaciones en el marco de un proceso de despido colectivo en su fábrica de Jerez", ha añadido el comunicado, remitido con posterioridad a que saltara este mazazo para el ya de por sí desolado tejido industrial de la comarca jerezana, que sigue lastrado desde hace tres décadas por la falta de ayudas para la reindustrialización tras la reconversión bodeguera.
La cementera aseguraba hace justo un año que movía en la zona más de 17 millones de euros dando empleo a cerca de 330 personas de forma directa e indirecta. Ahora, en cambio, prevé una drástica reducción de su actividad en la zona y, por consiguiente, de mano de obra industrial, la más preciada en una provincia que no gana para malas noticias laborales.
Desde el gobierno local socialista han reaccionado al ERE en Holcim asegurando que "se ha establecido contacto con la dirección de la empresa para disponer de información sobre la evolución de la situación y los planes de futuro y el asunto se abordará en la mesa de dinamización económica formada por empresarios y sindicatos convocada para este jueves". El Ayuntamiento, según ha manifestado, "pedirá defender el empleo y aprovechar las oportunidades de negocio que nos brindan nuevos aprovechamientos y procesos apostando por un desarrollo industrial más eficente y sostenible".
Desde el el ejecutivo local se ha querido enviar un mensaje de apoyo a los trabajadores, "comprometiéndose a hacer todos los esfuerzos a su alcance para defender el mantenimiento del empleo y el máximo aprovechamiento de unas infraestructuras y equipamientos de gran valor para la generación de negocio". Según abunda el comunicado del Consistorio jerezano, la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, "ha tomado la iniciativa y ha querido conocer de primera mano la situación y planes de futuro de la empresa". Su objetivo es, ha añadido la nota, "ofrecer toda la colaboración posible en la búsqueda de alternativas que permitan el mantenimiento e incluso la generación de nuevo empleo en una planta de gran potencial, gracias a al valor de su capital humano, su tecnología y capacidad productiva".
El líder del principal partido de la oposición, el dirigente del PP Antonio Saldaña, ha escrito en Twitter: "Pésima noticia para una ciudad ya desolada por el desempleo. Toda mi colaboración para que este desenlace no tenga lugar".
Una vida en la ciudad
LafargeHolcim, según su web, cuenta en España con cinco fábricas de cemento con una capacidad instalada superior a los siete millones de toneladas anuales, 19 plantas de hormigón, una planta de morteros, seis terminales y una planta de valorización de residuos donde trabajan más de 700 empleados. En 1973 comenzó la producción en la fábrica de Jerez, construida en un tiempo récord de 24 meses e inaugurada por el entonces príncipe Juan Carlos I, hoy rey emérito. En 2017 comenzó a comercializar un nuevo cemento especialmente diseñado para obras portuarias. Antes, en 2009, ya se planteó otro ERE que afectó a 35 de los 90 empleados directos fijos que entonces tenía en nómina en la cementera junto a la A-381.
Holcim ha sido una empresa con gran implantación en la ciudad, y no solo por el volumen de empleo que generaba hasta ahora. Incluso en la Feria del Caballo era muy popular su caseta. Aparte de eso, ofrecía visitas a escolares para conocer las instalaciones o tenía participación activa en el Día de Árbol, con plantaciones en los alrededores de la fábrica. La planta de Jerez produce clínker, materia prima del cemento, exportando el 60% de su producción, así como cemento destinado al mercado nacional. Desde hace años comenzó a utilizar combustible alternativo: una de cada tres unidades de energía utilizada es combustible y materia prima alternativa, como neumáticos fuera de uso, combustibles pastosos, espuma de azucarera, etcétera.