Los "jóvenes invisibles" son los que crecen sin tutela familar. Bien perdieron el cobijo parental por situaciones personales, bien llegaron a España en situación irregular, sin parientes. El hecho, sean españoles (hasta un 25% de los casos) o nacidos en otros países, es que al cumplir la mayoría de edad pierden el amparo de la administración pública, el que han recibido a través de distintos centros. En muchos casos, quedan sin panorama educativo ni laboral.
"Una parte de ellos" pasa a vivir "en riesgo de calle", según Juan Molina, representante de la Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode). Ese peligro les acerca a la pobreza, a la marginalidad y la delincuencia. A esos "invisibles", según denominación de Molina, va dirigido el acuerdo presentado este martes en la sede de la patronal hostelera de la provincia, Horeca.
Este colectivo empresarial reúne a 800 locales, bares y restaurantes según su presidente, Antonio de María. Las cinco ONG firmantes ayudan a unos 500 jóvenes "invisibles", según el recuento informal transmitido en el acto. El objeto del acuerdo es poner en contacto a unos y a otros para crear una oportunidad laboral y atajar "la emergencia" que supone la falta de mano de obra, la escasez de personas dispuestas a trabajar en la hostelería.
Los empresarios se declaran incapaces de atender una demanda de visitantes "histórica" y alegan que este abril se contrataron 7.000 trabajadores más que el anterior
La exposición de Antonio de María presenta un sector hostelero, turístico, en alza permanente que "en abril de este año creó 7.000 puestos de trabajo más que en el mismo mes de 2022". La demanda en ferias, puentes, celebraciones, eventos y etapas vacacionales es "histórica", repitió. Falta personal para atender a tanto visitantes, turista, comensal o consumidor.
La oferta de puestos de trabajo superaría con mucho a la demanda. No hay personas suficientes, según esta versión, para afrontar el servicio. Hasta el punto, detalla De María, de que hay establecimientos que han tenido que recortar el número de mesas o el horario de atención al público. Los motivos de la falta de personal, alega, son diversos, desde la crisis demográfica, "un estudio nos dice que hay dos millones de jóvenes menos que hace apenas tres años", hasta sociales y educativas. La consecuencia es que faltan manos.
Necesidad para unos, oportunidad para otros
En el otro lado del pacto, el de esos jóvenes en la provincia que han llegado a la mayoría de edad sin tutela familiar, en centros públicos y en distintos programas de asistencia. Cuando llegan a los 18 años se produce un vacío. Juan Molina hizo de portavoz de las cinco ONG (Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo, Inserta Andalucía, Asociación Arrabal, Prolibertas y Alendoy) que suscriben el acuerdo.
"No son sólo inmigrantes, hay jóvenes españoles y ese es otro estereotipo que queremos romper"
"Es una población que existe y demanda empleo. Algunas de estas personas tienen formación y otras tienen experiencia. No son sólo inmigrantes. Tenemos a jóvenes en situación de vulnerabilidad que son españoles, derivados de los servicios sociales comunitarios. Ya hemos tenido una experiencia en la agricultura, en el campo, en la recolección de fresas en Huelva y ha sido muy exitosa. Un 80% de los jóvenes que han acudido son inmigrantes pero un 20% son jóvenes españoles. Ese es otro estereotipo que queremos romper", detalló Molina.
Triple objetivo
El acuerdo que puede facilitar el acceso hasta a 400 jóvenes en la provincia, 300 en el Campo de Gibraltar y un centenar en la Bahía de Cádiz (porque otros cien en la misma situación ya han encontrado empleo este verano) tiene "un triple valor" para Molina. El primero es que se da "respuesta a una necesidad del sector, dotándolo de personal que tiene vacante para que sus negocios sigan adelante sin reducción de mesas ni terrazas".
"Beneficia a toda la sociedad, pasamos de jóvenes que están en la calle o piden ayuda a ciudadanos que aportan esfuerzo personal y trabajo al desarrollo economico"
El segundo beneficio es "dar una oportunidad a esa población joven, aunque no tenemos un límite de edad, en situación de vulnerabilidad". El tercer beneficio es favorecer una integración que "beneficia a toda la sociedad. Algunos de ellos, no todos, viven en situación de riesgo, con muchas posibilidades de que tener que sobrevivir" de cualquier forma, aseguró sin mencionar términos como pobreza o delincuencia. Con este convenio, considera Molina, "pasamos a una situación en el que aportan al desarrollo económico, con su trabajo, con su esfuerzo personal, se convierten en ciudadanos activos en vez de jóvenes que están en la calle o van pidiendo ayuda".
"Aquí no se va a aprovechar nadie de los chavales, ni hay intención por parte de Horeca ni las ONG lo vamos a permitir"
Para responder a las acusaciones de búsqueda de mano de obra barata, de fomento de la explotación o de racismo, ambas partes reiteraron que los jóvenes tienen nacionalidades distintas, incluida la española en muchos casos, y sobre todo que el acuerdo incluye un máximo nivel de vigilancia de "condiciones laborales de dignidad, con un salario conforme al convenio, con la jornada laboral y los descansos establecidos para todos los trabajadores, las horas extras que correspondan... No queremos que se produzca eso que se ha hablado en su momento, que si se van a aprovechar de estos chavales. Aquí no se va a aprovechar nadie. Ni hay intención por parte de Horeca ni las asociaciones lo vamos a permitir", concluyó el portavoz de las ONG.
De María desencadenado, de la "noticia mundial" hasta el papel de "faro, modelo y guía"
El presidente de la patronal hostelera provicial, Antonio de María, tenía cuentas pendientes. Cuando propuso, a principios de este año, contratar a jóvenes marroquíes estudiantes de Hostelería en origen se le tachó de racista, clasista u oportunista, de querer aplicar a personas de otros países las condiciones laborales que sus compatriotas, según las cifras, no quieren aceptar.
En la firma del convenio aprovechó para responder a las críticas que han acusado al gremio hostelero gaditano de querer aprovecharse del menor nivel de renta y de opciones que tienen los jóvenes inmigrantes en España o marroquíes. También de ofrecer malas condiciones laborales en salarios o descansos.
"Este año, el convenio de hostelería ha fijado un incremento salarial del 4,7%... Es una noticia mundial", aseguró sin preocuparse por el exceso en los adjetivos o el tono. Igualmente utilizó términos como "orgullo" para referirse a la labor de los hosteleros gaditanos y negó las acusaciones de que la proliferación de terrazas o apartamentos turísticos propice "la gentrificación o la turistificación... La gente se va de Cádiz por otras causas, se va desde los tiempos de Carlos Díaz", dijo en referencia a un alcalde de la ciudad que dejó el cargo en 1995.
Sin temor a exageraciones, aseguró que la posible contratación de jóvenes marroquíes o inmigrantes en desamparo familiar ha sido "noticia nacional" y aseguró que el convenio firmado este viernes convierte a Horeca en "modelo, faro y guía, en ejemplo" de otros colectivos empresariales en España que, con la misma falta de mano de obra, se habrían interesado ya por el modelo gaditano.