El nuevo cheque de 200 euros que el Gobierno ha puesto en marcha recientemente para paliar los efectos de la alta inflación viene con letra pequeña. La cantidad hay que incluirla en la declaración de la Renta del próximo año y Hacienda se puede llevar hasta 60 euros de la cantidad recibida.
Todos los beneficiarios del cheque que tengan una renta de entre 22.000 y 27.000 euros, el límite para poder optar al cheque, tendrán que devolver a la Agencia Tributaria parte de lo recibido, tal y como asegura El Mundo.
Esta ayuda, destinada a la compra de alimentos, incluso puede llegar a ser embargada por Hacienda si se tienen deudas con el fisco, la administración, la Seguridad Social o el Estado.
Este cheque anticrisis forma parte del tercer paquete de ayudas presentado por el Gobierno para paliar las consecuencias de la crisis económica por los efectos de la guerra de Ucrania.