Con la incidencia de contagios por coronavirus aumentando sin parar, también están llegando las cancelaciones de comidas de Navidad. "Cada cinco minutos nos anulan una reserva", lamentaba esta semana un hostelero jerezano, agenda en mano, que veía cómo se le caían las previsiones para unas fiestas que amenazan con ser peores de lo que esperaban.
"Mesas de 30 se quedan en 15 y otras más pequeñas dicen que no vienen...", relatan desde un sector muy castigado por la pandemia, que teme que esta Navidad vuelva a ser mala, o al menos no tan buena como se preveía en un principio, por el aumento de contagios detectado tras la explosión de la variante ómicron.
El presidente de la Federación de Hostelería de la Provincia de Cádiz, Horeca, Antonio de María, asegura que se está manteniendo el nivel esperado de ocupación, aunque confiesa que "casi todas las comidas de empresa y de grandes corporaciones se han suspendido, pero se mantienen los almuerzos y las cenas familiares y de grupos de trabajadores, plazas que han venido a compensar, en general, las pérdidas".
La Junta de Andalucía, esta misma semana, pidió "responsabilidad" ante la celebración de comidas, cenas y otros eventos con motivo de las fiestas navideñas. El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, dijo en Canal Sur Radio que hay que ser responsables con las comidas o cenas, que se pueden "mantener", pero con "responsabilidad", intentado limitar aforos, estar en espacios abiertos o guardando las distancias.
El Gobierno andaluz confirma que volverá a solicitar autorización al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para exigir el pasaporte covid de vacunación o prueba diagnóstica para el acceso al espacio interior de establecimientos de hostelería y ocio nocturno, después de que el Alto tribunal no aceptara una primera solicitud por incluir no solo a los clientes, sino también a los trabajadores.
"Esta misma mañana vamos a rectificar e intentar que el TSJA nos lo autorice", señala Bendodo, quien apunta que no entiende el rechazo inicial del TSJA, porque de lo que se trata es de aplicar el sentido común y de garantizar la seguridad en esos establecimientos. Bendodo recalca que la advertencia a los no vacunados sobre la posibilidad de contagiar a familiares no ha tenido "la misma efectividad" que cuando se ha planteado pedir el pasaporte covid para entrar en locales de restauración o en un bar.
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