Diciembre vuelve a traer una importante subida de precios (1,3%), consecuencia del encarecimiento de la luz y de algunos alimentos. En la mañana de este jueves se ha conocido el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC), elaborado por el INE. El dato publicado constata que los precios se volvieron a incrementar con respecto al valor de noviembre. En esta ocasión, el 1,3% de tasa mensual registrada por el indicador general de precios supone otro importante encarecimiento que añadir a los ya registrados en los últimos xinxo meses. Tan alarmante es la situación que la tasa adelantada hoy se sitúa 7,2 puntos por encima del descenso registrado en diciembre del año pasado (-0,5%).
De confirmarse estos datos, cuando se conozcan los valores definitivos a mediados del próximo mes de enero, la tasa interanual de inflación se elevaría 1,2 puntos, hasta el 6,7%, con respecto a la alcanzada durante noviembre de este mismo año (5,5%). Continúa siendo muy preocupante que la subida en el precio de la luz y de algunos alimentos de primera necesidad se encuentre detrás del ciclo inflacionista que venimos padeciendo en la segunda mitad del año.
Diciembre es un mes en el que se intercalan años con incrementos en el nivel general de precios con otros en los que, por el contrario, incluso han llegado a verse reducido (así ha pasado en 4 de los últimos 11 años). A pesar de ello, el aumento de 1,3 puntos avanzado para este año es el mayor de la década y supera, en 1,1 puntos el que se registrara en diciembre del año pasado
Cada nuevo dato conocido en materia de inflación es peor que el anterior y supone un duro golpe a unas economías domésticas que, antes de verse recuperadas de los efectos de la crisis de 2007, ya han tenido que afrontar las consecuencias económicas de la pandemia. El último Informe de Negociación Colectiva publicado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales marca el Incremento Salarial Medio Pactado en Convenio en el 1,3%. Con una inflación del 6,7% se estaría asistiendo a una pérdida de poder adquisitivo de las familias trabajadoras andaluzas de casi cinco puntos y medio comprometiendo así, gravemente, el proceso de reconstrucción social y económica post-Covid 19.
Las medidas de control de precios implementadas por el Ejecutivo central están resultando insuficientes y todavía en es mucho el trabajo a desarrollar en este aspecto. En este sentido, es fundamental actuar sobre el mercado eléctrico, principal responsable del ciclo inflacionista.
Por su parte, las cifras conocidas hoy demuestran la necesidad de recuperar la fuerza de la negociación colectiva, como así pretende la reforma laboral acordada con los agentes sociales y económicos. El convenio colectivo y el SMI son los únicos garantes efectivos de la capacidad de compra de la clase trabajadora y dos elementos fundamentales para, de una vez por todas, acabar en 2022 con la precariedad imperante en nuestro mercado laboral.