Oferta de plazas a la baja y recorte de clases. La red de centros públicos en Andalucía perderá el próximo curso, según datos aportados por Ustea, más de 300 unidades en toda Andalucía. En Sevilla, la cifra puede ascender a la centena, que se sumaría a las más de 200 clases que se han perdido en los dos últimos años.
El proceso de escolarización ya ha comenzado y las familias tienen que solicitar a lo largo del mes de marzo plaza en los colegios e institutos de la región. Para el referido sindicato, la oferta inicial está basada en "una planificación a la baja, es decir, el menor número de clases posible en cada centro y la ratio máxima permitida por la normativa en cada grupo: 25 en Primaria, 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato. El resultado es un significativo recorte de clases públicas, antes incluso de que comience la escolarización".
Los datos han sido rescatados por Ustea por sus propios medios ante la "opacidad y falta de información por parte de la administración educativa". Este recorte, como apuntan desde el citado sindicato, se suma "a las clases suprimidas en la pasada legislatura, con lo que el recorte de aulas en la educación pública andaluza, desde la llegada al poder de Moreno Bonilla, se acercaría a las 2.000 en Andalucía. Las supresiones de clases públicas se extienden por toda la provincia de Sevilla, donde, además de la capital, que es donde más clases se pierden, destacan las que se van a producir en Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas o Morón de la Frontera".
Los responsables de la consejería han destacado, en sus declaraciones públicas de los últimos días, el incremento de la oferta de nuevo ingreso en Infantil que este año será de 91.150 plazas, cifra algo mayor que la de los últimos años, pero muy inferior a las 93.100 plazas ofertadas en marzo de 2020. "El argumento esgrimido por los responsables de la Consejería para la eliminación de clases en la red de centros públicos es el descenso de la natalidad, aunque las supresiones se dan igual o más en ciudades que no han parado de crecer en población, como Dos Hermanas, por ejemplo. Tampoco se explica que este mismo fenómeno no afecte a los centros privados concertados que mantienen su oferta blindada e intacta desde hace años", destacan desde Ustea. "Mientras en 2019 el 81% de las plazas de Infantil ofertadas eran de centros públicos, frente al 19% de plazas concertadas, este año la oferta de plazas públicas representa el 79´29% del total, mientras que los centros concertados acaparan el 20´70% de la oferta. Así, desde la llegada al poder de Moreno Bonilla, la educación pública ha perdido casi dos puntos, frente al avance de la enseñanza concertada".
En los últimos cuatro años, la mayor parte de las supresiones han sido en clases de Infantil de 3 años, lo que paulatinamente se traduce en la eliminación de grupos de cursos superiores, a medida que el alumnado va superando etapas. Así, las supresiones anteriores se reflejan ahora en la eliminación de clases de Infantil de 4 y 5 años y de los primeros cursos de Educación Primaria; incluso han empezado a ser significativas las supresiones en la ESO.
Ustea también ha detectado que "las supresiones masivas están provocando la proliferación de aulas mixtas, en las que convive alumnado de distintas edades, tanto en Infantil, como en Primaria, lo que convierte a estos colegios en poco apetecibles para las familias y conlleva la amenaza real de desaparición de centros completos a medio plazo. Este fenómeno empuja a las familias a otros centros de su zona de escolarización en las ciudades o incluso fuera de ella, pero la amenaza es aún mayor en el mundo rural, pues supone un deterioro de la calidad de la enseñanza que afecta, precisamente, a las zonas más castigadas de la Andalucía vaciada".
Para el sindicato, el cierre de clases públicas es "una apuesta política de la consejería por un determinado modelo de educación que supone la extensión de los conciertos educativos que ganan progresivamente terreno en Andalucía". Ustea reclama "la recuperación de las unidades escolares suprimidas y una bajada de ratio, como alternativa al recorte de la red pública andaluza". Una vez que la ILP para la bajada de ratios, impulsada por Ustea, fue rechazada por la mayoría absoluta del PP en el Parlamento, el sindicato sigue trabajando en esta línea, junto al resto de colectivos que impulsaron la iniciativa, ahora en la Campaña Bajada de Ratios, que estos días denuncia las supresiones y recortes en la Educación Pública.