Un auténtico infierno acabó resultando el examen de la Universidad de Granada (UGR) para ingreso en la escala de auxiliares de archivos, bibliotecas y museos.
Un total de 900 personas se inscribieron previamente para intentar hacerse con alguna de las 17 plazas disponibles. Cuando llegó el examen el pasado 7 de julio, 555 fueron los aspirantes que se presentaron al mismo.
A los dos días de la prueba, el tribunal de valoración anunció las calificaciones finales con una sorpresa: "No existen personas aspirantes que lo hayan aprobado".
Las reacciones no se han hecho esperar. Un total de 61 reclamaciones se han presentado y desde UGT han calificado, culpando al tribunal, de "desastroso" el resultado de estas oposiciones. El referido sindicato ha exigido que haya una nueva convocatoria.
Desde la UGR han apuntado que trabajarán para que no vuelva a repetirse un examen de estas características.
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