Los colegios e institutos han cerrado sus puertas, pero la lucha contra el acoso escolar sigue tras un curso donde las situaciones de abuso, insultos y malos tratos no han cesado.
Han sido numerosos los casos de bullying denunciados públicamente por las familias afectadas. Unas familias que, ante el silencio en la mayoría de los casos de las administraciones, no dejan de movilizarse.
Y entre las últimas iniciativas han lanzado una idea: colocar globos rojos en la puerta de los centros educativos donde exista algún caso de acoso escolar.
"Las familias nos vamos organizando en permanente debate de cómo advertir sobre la violencia en los centros escolares negacionistas. Esta idea –la de los globos rojos– la cogemos desde ya. Padres, comenzar a inflar globos y ponedlos en la puerta de tu cole. Haz una foto y me la envías", señala Fanny, una madre activista contra el bullying.
"De alguna forma tenemos que proteger a nuestros hijos. Los centros educativos silencian los casos para salvar culetes. Detectado un caso, la comunidad educativa debería ponerse en alerta y proteger a la víctima", añade esta madre.