Manuel Alejandro Lozano (Jerez, 1986) lleva el flamenco en la sangre. Su infancia transcurrió entre guitarras, púas y afinadores. Entre bulerías y tangos, entre soleás y seguiriyas. En la academia de guitarra de su padre, Manuel Lozano Gómez, El Carbonero, en el barrio de San Miguel, aprendió mucho de lo que ahora aplica en sus clases.
Manuel Alejandro Lozano es profesor de Música y Primaria en el CEIP San José Obrero de su ciudad natal, donde lleva seis cursos, acompañado de su guitarra, impartiendo clases muy enfocadas hacia el arte jondo. “El 50% de mi clase es flamenco”, asegura cuando atiende a lavozdelsur.es.
Con más de una docena de cursos de experiencia a sus espaldas, durante los que ha ido acumulando diversos reconocimientos, como los premios Flamencos en el aula que otorga la Junta de Andalucía a los profesores que elaboran materiales curriculares y recursos didácticos relacionados con el arte jondo, ahora Lozano da un paso más en su trayectoria docente ligada al flamenco.
"El flamenco, así como nuestra base cultural de los pueblos españoles, es imprescindible en nuestras aulas"
Desde hace unos días está abierta la inscripción en el curso universitario de Especialización en Didáctica del flamenco en el aula, una formación online certificada por la Universidad de Europea Miguel de Cervantes, de 120 horas (dos meses), que está pensada para que docentes de todas las etapas educativas tengan recursos con los que acercar el flamenco a sus alumnos.
“Cada uno se organiza el tiempo a su manera con este curso”, aclara Lozano, quien relata que la formación incluye “mucho material con recursos didácticos que se puede descargar el docente para proyectar en su clase”. Aunque tiene teoría, prima la práctica. Por ejemplo, se enseñan nociones básicas del flamenco, el compás, la diferencia entre folclore y flamenco… “Hay un vídeo con la percusión de Volando voy de Camarón, una pataíta por bulerías, una rumba que se baila…”, enumera el docente.
“El flamenco, así como nuestra base cultural de los pueblos españoles, es imprescindible en nuestras aulas. Es la música, el arte y la cultura de nuestro entorno: lo vivimos y lo sentimos”, expresa Manuel Alejandro Lozano en la descripción del curso universitario. “Como cualquier campo o contenido que trabajamos con el alumnado en cualquier área o asignatura, se puede enseñar a los alumnos y alumnas contenidos relacionados con el mundo flamenco y el arte de nuestra música y cultura: sus palos, sus autores, la expresividad y el sentimiento…”, agrega.
El docente jerezano, que es guitarrista en las aulas y en sus ratos libres, bebe de la experiencia aportada por su padre, El Carbonero, que también participa en el curso universitario que ha impulsado, “como no podía ser de otra manera”, en el que cuenta además con la ayuda del cantaor Sergio Rosa y de la bailaora Vanessa Arriaza.
“Mi formación y mi afición al flamenco vienen porque he pasado media vida en la calle San Miguel, en la escuela de guitarra de mi padre”, confirma Lozano, para quien la guitarra, muchas veces, “es esclava de uno mismo”. Manuel Alejandro Lozano no entiende su labor docente separada de este instrumento, que le acompaña desde sus inicios en la enseñanza en su periplo por colegios de Jerez, El Puerto, San Fernando, Lebrija o Córdoba.
Con la Ley del Flamenco de Andalucía, cuyo proyecto de ley ha sido aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno andaluz, se avanza hacia la inclusión del flamenco en las aulas, algo que Lozano lleva haciendo más de una década. El proyecto legislativo hasta contempla la posibilidad de que artistas den clases al alumnado. “Quieren que se enseñe el flamenco en todas las etapas obligatorias, dentro del currículum educativo, pero no sé cómo lo van a hacer”, sostiene Lozano, que en cualquier caso defiende que el arte jondo “es música, es arte y es literatura”.
"Al tocar la guitarra en clase casi me sale de forma innata cantar canciones aflamencadas", cuenta. Y como en sus inicios como docente, "no había tanta información en internet como ahora", ha ido acumulando material "que me ha servido de base para adaptar a un contexto educativo distinto a lo aprendido en la escuela de mi padre".
"He pasado media vida en la calle San Miguel, en la escuela de guitarra de mi padre"
Lozano, poco a poco, ha ido alimentando sus canales en redes como YouTube, donde acumula horas de material didáctico de flamenco adaptado a distintos niveles educativos. La Lomloe, la nueva ley educativa que se está aplicando este curso, recoge que "es imprescindible la implementación de propuestas pedagógicas que, partiendo de los centros de interés de los alumnos y alumnas, les permitan construir el conocimiento con autonomía y creatividad", una función que el docente y guitarrista jerezano cree que puede cumplir perfectamente el flamenco.
Un vídeo publicado a través de la Asociación de Profesorado de Música de Andalucía (AProMúsicA) le sirvió a Lozano para que la academia Prodidac se fijara en sus métodos de aprendizaje y quisiera impulsar el curso universitario destinado a docentes. "No es necesario saber lenguaje musical ni tocar ningún instrumento", aclara, ya que "se proponen partituras muy sencillas e intuitivas, canciones aflamencadas y vídeos de muestra con los que, a través de la imitación, el alumnado puede realizar las actividades prácticamente al instante". Por su experiencia, sabe de sobra que los pequeños "se lo pasan pipa" y que "aprenden practicando un flamenco adaptado, sencillo e intuitivo".
Con el curso, abierto a diferentes etapas educativas, tiene "actividades sencillas", explica, como una que invita a contar por rumbas en diferentes idiomas —"que pueden hacer niños de Primaria"— o enseña a hacer pataítas por bulerías, para niveles más avanzados. "Cada docente puede adaptar el contenido a su contexto educativo", dice Manuel Alejandro Lozano, profesor, guitarrista y un enamorado del flamenco que da clases a compás.
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