“Nuestro futuro profesional no es un juego”, versa una pancarta pegada en la fachada del IES Alminares de Arcos de la Frontera. Este martes las clases se han paralizado en el edificio donde estudiantes de 1º de Dirección de cocina tratan de formarse en el oficio sin tener acceso a la instalación donde realizarán su trabajo, los fogones.
Gabriel, de 38 años, es uno de los 16 alumnos y alumnas de este grado superior que se imparte en este instituto desde hace dos años, momento en el que se decidió implantar cursos de hostelería en este centro. El arcense alza la voz para poder adquirir los conocimientos necesarios con dignidad. Según cuenta, hay una cocina habilitada para los grados medios. “Pero está todo el día ocupada, Por ello, comenzaron a hacer una sala nueva para supuestamente poner una cocina para el grado superior”. Sin embargo, a día de hoy, no existe.
“Hicieron la instalación pero en la sala no hay ningún tipo de equipamiento”, destaca Gabriel que explica que la dirección del centro se puso en contacto con la Delegación de Educación, desde donde le comunicaron que “está todo aprobado pero no llega el dinero y no montan nada”. Por tanto, la obra se encuentra paralizada a falta de la partida destinada a la instalación.
Ante esta situación los estudiantes han tenido que adaptarse a las circunstancias para poder realizar sus prácticas. La solución que ha propuesto el profesor, de forma desinteresada, ha sido realizarlas por las tardes, de 15.00 a 21.30 horas.
“Hemos tenido que cambiar el turno. Es un desbarajuste, esto afecta a la conciliación familiar y todo de complica”, comenta el arcense que se ve obligado a hacer malabares para compaginar su trabajo, sus estudios y el cuidado de sus dos hijos. “Me descoloca mucho”. Él no es el único, otros compañeros se sacan la titulación para seguir creciendo en su empleo al mismo tiempo que trabajan en establecimientos.
"Tengo dos hijos, me descoloca mucho"
En el grupo hay personas que se desplazan a Arcos a diario desde Jerez, El Puerto, Villamartín o Bornos. “Por la tarde, si vienen en autobús, la vuelta es complicada y tienen que buscar a alguien que los recoja, además de hacer el viaje dos veces”, explica Gabriel.
Según cuenta a lavozdelsur.es, el año pasado, al no haber cocina, el Ayuntamiento de Arcos cedió unas instalaciones que estaban cerradas por la pandemia al alumnado, que pudo mantener su horario matinal. Sin embargo, este año estos espacios ya han reabierto.
Los estudiantes se han sumado a una huelga y han llevado a cabo acciones reivindicativas con la esperanza de que las autoridades competentes movilicen los trámites. “Pedimos que se finalice la obra”, dicen.
El sindicato USTEA también dio a conocer esta problemática hace un mes, no obstante, la obra sigue sin avanzar. Critican que no esté dotado con el material necesario y sostiene que “el centro ha reclamado insistentemente la dotación, pero la delegación territorial de Educación se escuda en el centralismo de la Junta al alegar la necesidad de que Sevilla les autorice la adquisición de unos medios imprescindibles que deberían haberse adquirido mucho antes de anunciar a bombo y platillo la inauguración de ningún ciclo de FP".
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