Un año más, las oposiciones a docentes en Andalucía están dejando infinidad de críticas a un sistema con temarios obsoletos y que la mayoría de opositores entiende subjetivo, al no haber un criterio unificado a la hora de corregir. De ahí que se pueda ver rúbricas que pasan fácilmente del 10 al 0. ¿Cómo puede haber tanta disparidad de criterio en un tribunal?
Para acabar con esta “ambigüedad” se ha iniciado una campaña de recogida de firmas en change.org. Rafael Arsenio Ruiz ha sido la persona encargada de lanzar esta iniciativa.
Tras argumentar que el sistema actual de la primera prueba (parte A y B) de oposiciones docentes perjudica tanto al opositor como al tribunal por estar expuesta al azar (cuatro bolas), indicadores de evaluación interpretables, proceso de corrección tedioso, abundantes reclamaciones, exceso de presión en el tribunal y descontento general de los opositores, la petición propone que la primera prueba (parte A) sea tipo test para evaluar los conocimientos adquiridos por los opositores. La parte B, según esta propuesta, quedaría destinada a valorar otros criterios como redacción, ortografía o gramática.
La propuesta está generando un amplio debate en redes entre los que verían con buenos ojos que la primera parte fuera tipo test y entre los que entienden que esta iniciativa sería todavía más caótica. De momento, casi 2.500 personas han firmado la propuesta.
Entre las ventajas enumeradas, si se cambiase a una primera prueba tipo test, Ruiz señala en la petición de firma: calificación justa, favorece al que estudia, los sorteos de temas desaparecen, sin indicadores de evaluación, rapidez en la entrega de resultados, se eliminan las ambigüedades, las reclamaciones serían anecdótica y el tribunal se concentraría en la evaluación de la segunda prueba oral".
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