El Real Decreto que elimina la obligatoriedad de las mascarillas ya está en vigor. Incluye excepciones, pero ninguna de ellas son los centros escolares. A pesar de esto, la Junta ha transmitido a los colegios que durante el día de hoy los niños tienen que seguir llevando mascarillas. Algo que es contrario a un Real Decreto de obligado cumplimiento.
El articulado, que es lo que tiene validez jurídica, consta de un único artículo y en él no se establece discrecionalidad alguna. Por tanto, las Comunidades Autónomas están sujetas a dicho Real Decreto. Las únicas excepciones previstas son en los centros, servicios y establecimientos sanitarios; en los centros sociosanitarios, los trabajadores y los visitantes cuando estén en zonas compartidas; y en los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses, así como en los transportes públicos de viajeros. Se excluye de esta forma los colegios, institutos y universidades. Sin embargo, en Andalucía estos centros las están requiriendo.
Hay un párrafo discordante antes del articulado en el que se establece que "los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas, si así se derivara de la referida evaluación". En cualquier caso, los alumnos no se verían afectados al no ser trabajadores.
Los docentes andaluces recibieron un mensaje durante el día de ayer en el que se les decía que los niños no podrían estar sin mascarilla hasta orden de la consejería de Educación. Desde la propia consejería, el recientemente nombrado consejero, Manuel Alejandro Cardenete, habló en las últimas horas del lunes de adaptar la normativa andaluza "con la mayor celeridad, según las recomendaciones que nos haga la consejería de Salud". Jesús Aguirre, responsable de este departamento, ha reconocido que es de obligado cumplimiento, pero añade que ha sido sin consensuar y pide "sentido común" por estar en una fase "que nos obliga a ser prudentes".
Otros políticos como el coordinador de Izquierda Unida, Toni Valero, ha manifestado su indignación señalando que su hija creía que hoy podría ir sin mascarilla al colegio, "pero el Gobierno andaluz quiere liar, confundir y enfrentar. Sigue la mascarilla en los colegios andaluces".