La rotura hace once meses de una caldera en el olegio Fernán Pérez de Oliva de Córdoba hace que los alumnos vayan a clase con mantas, chaquetas y guantes. Las madres y los padres piden una solución al ayuntamiento, ya que la avería se comunicó en enero pasado tras el temporal de frío que dejó la borrasca Filomena.
Dentro de las aulas de este colegio cordobés la temperatura tomada a las diez de la mañana por delegados sindicales es de hasta cinco grados por debajo de la mínima legal, que son 17 grados. Por lo que sus 117 alumnos, algunos con necesidades especiales, y sus 21 profesores, con las ventanas abiertas por el protocolo Covid y sin calefacción, tienen que resistir las bajas temperaturas recurriendo a ropa de abrigo, que muchas veces es insuficiente.
Además, aunque el centro tiene sistema de climatización, tampoco puede utilizarse por falta de potencia. El AMPA ha remitido ya un escrito al defensor del menor mientras sigue esperando la respuesta del Ayuntamiento que no llega. Mientras tanto, seguirán cada mañana protestando y exigiendo soluciones fuera.
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