Luis, un profesor de Secundaria, ha denunciado en sus redes el "motín en clase de Bachillerato". ¿El motivo? Sus alumnos se niegan a hacer el examen si no es tipo test y dicen que "entra demasiada materia. Yo no sé adónde vamos a llegar".
"Tengo que acabar de explicar el tema el miércoles (30 minutos) y el examen es el jueves. La SA (rocas y minerales) tiene tres páginas", argumenta este docente.
El tema, como añade, es el mismo que dio el año pasado: "Bien explicado y masticadito, con su letra y casi dictados (porque apuntes ya no se pueden hacer), y después de dedicar una clase entera a repaso y práctica. Y repito, son 3 páginas de su letra. Yo lo de este año no lo he vivido nunca", confiesa.
En 24 años que lleva de profesión, Luis nunca se había enfrentado a una situación igual como la que ha narrado en una clase de primero de Bachillerato. Su reflexión ha sido muy comentada por otros usuarios en redes. "El problema de los jóvenes es que no entienden, dada su inmadurez y es entendible. Lo alucinante son los padres, apoyándoles, sin ver que en la Universidad y la vida misma no es tan fácil como memorizar cuatro cosas. Y que muchas veces se trata de tirar adelante sin estar preparado".
"Me juego algo a que les das el examen contestado y el día del examen te suspende más de la mitad", indica María, a lo que Luis, el profesor indignado por la situación que ha vivido, contesta: "Eso pasa en la ESO, y no es coña. Por eso la LOMLOE se inventa los criterios de evaluación, reduciendo el examen incluso al 50%, para que apruebe todo el mundo. Si las clases fueran como hace 25 años repetiría más de la mitad de la clase".