La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, ha anunciado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía que el Gobierno de Juanma Moreno ha aprobado los decretos para los nuevos currículos educativos que exige la LOMLOE en las cuatro etapas educativas.
Del Pozo ha presumido de la gestión que ha llevado a cabo el Ejecutivo andaluz en los últimos años reduciendo el abandono escolar en siete puntos. Un dato que coloca a Andalucía a tan sólo 1,5 puntos de la convergencia nacional, cifra de la que había estado muy lejos desde hace años al situarse en torno al 25% de fracaso escolar.
Los currículums en sí aún no han sido aprobados. Sin embargo, la consejera de Desarrollo Educativo ha dado algunos detalles de cómo será la educación de los niños y jóvenes andaluces en los próximos años. Andalucía, comunidad que se opuso a la 'Ley Celáa', ha exprimido el 40% competencial que tienen las administraciones autonómicas para completar la norma estatal con los contenidos que crean oportunos.
En este sentido, la consejera ha hecho especial énfasis en matemática, lengua castellana y primera lengua extranjera hasta el punto de que durante la Educación Secundaria Obligatoria habrá cuatro horas semanales de cada una de ellas. Del Pozo ha definido estas tres asignaturas como pilares fundamentales de la educación.
La consejera se ha detenido de forma concreta en la comprensión lectora de los andaluces. Del Pozo ha lamentado que el principal problema de los niños andaluces sea la cantidad de tiempo que necesitan leyendo para entender aquello que leen. Por este motivo, otro de los anuncios importantes realizados por Patricia del Pozo ha sido que desde primero de Primaria hasta cuarto de la ESO, es decir, durante diez cursos, los niños y jóvenes andaluces tendrán media hora diaria y obligatoria de lectura en clase.
Este tiempo que le dedicarán a la lectura los estudiantes andaluces no tendrá una asignatura concreta, sino que los centros la podrán distribuir en aquella materia que vean conveniente. Los cálculos de la Junta de Andalucía señalan que este cambio normativo supondrá que los jóvenes andaluces acaben la enseñanza obligatoria con 875 horas más de lectura.