“Cuando te diviertes, las cosas funcionan mejor”. Aprender no tiene por qué ser un muermo si se hace de una forma lúdica e innovadora que haga pasar un buen rato a las personas ávidas de saber. Es la filosofía de Jenny Lorena Victoria, nacida en Cali, Colombia, hace 41 años. Esta bioingeniera, que también tiene la nacionalidad española, es una de las mujeres que se han sumergido en la incubadora de la Zona Franca de Cádiz, Incubazul, para sacar a delante proyectos donde primen la sostenibilidad.
Desde que finalizó su carrera, esa palabra la ha acompañado en cada trabajo que ha desempeñado. “Empecé diseñando tratamientos de agua y temas de energía solar”, recuerda Jenny, que aterrizó en la capital gaditana en 2009 gracias a una beca de la Fundación Carolina. Completó su máster en Gestión Integral del Agua por la UCA y se enamoró de un gaditano. Por ello, tras haber vuelto a Colombia y haber fundado una empresa, regresó a la tacita de plata. “Me vine para España, dejé mi trabajo, lo dejé todo y empecé desde cero”, cuenta la colombiana, que ya había vivido en otros países.
Ya instalada en Puerto Real, donde reside, focalizó su carrera en la enseñanza y la consultoría. “Me pregunté qué podía hacer con lo que tengo y empecé en mi casa con un ordenador”, recuerda Jenny que, en abril de 2018 llegó a fundar Centro de Formación Sostenible, su aventura en el terreno docente en la que transfiere sus conocimientos a otras personas.
“Vi que había muchas cosas que no enseñan en la universidad y que es necesario saberlas, temas muy novedosos como la huella de carbono o de agua, análisis de ciclo de vida (ACV)”, comenta. Desde entonces, se dedica a enseñar y facilitar herramientas de sostenibilidad con el fin de que las personas impacten positivamente al medio ambiente y a la sociedad.
En este contexto, quiso llevar la idea de no repercutir en generaciones futuras de forma negativa a más personas, más allá de especialistas. Y creó Reuse Play, la 'startup' que apuesta por “jugar reusando” y nace como una nueva línea dentro de su centro de formación.
“Formábamos a personas que querían aprender técnicamente, pero la sostenibilidad estaba llegando a más gente que era cada vez más consciente de estos temas, quería llegar a limpiadores, a informáticos, a periodistas”, explica. Durante su formación busca la forma de transmitir la sostenibilidad de una forma divertida. Según expresa, “los conceptos a veces son muy técnicos y científicos, y quiero llegar a gente no experta que tampoco quiere serlo pero sí enterarse y tener consciencia”.
Jenny enseña el cuidado del medio ambiente de forma atractiva, convierte los residuos y la basura en materiales educativos con los que construir prototipos y piezas compatibles con Lego... actividades que luego dan pie a hablar de sostenibilidad.
"Enseño a evaluar los impactos ambientales de un producto y la huella que dejan"
La bioingeniera ha creado una metodología diferente con la que busca calar en las personas. En lugar de usar libros, recoge tapones, plumas, piedras, plásticos o corcho que suelen acaban flotando en el mar. “Invito a las personas a que construyan piezas y así enseño a evaluar los impactos ambientales de un producto y la huella que dejan”, explica.
Desde que entró en Incubazul, su iniciativa ha crecido a buen ritmo y ya ha tenido la oportunidad de llevarla a cabo en la Universidad de Cádiz o en la Escuela de Organización Industrial de Teruel, pero también ha impartido sesiones en Jerez o en la Sierra y a niños y niñas en campamentos y colegios. “La gente se ríe y se lo pasa bien, y yo también. El feedback que me dan es, gracias por hacer de este tema, algo divertido”, comenta.
Desde las instalaciones de la incubadora, comparte con lavozdelsur.es que su próxima meta es crear una plataforma online de formación con cursos cortos y más atractivos dirigidos a todos los públicos. De momento, ya han probado con videojuegos sobre la sostenibilidad.
“Cuando empecé, el 90% de personas eran de Latinoamérica, pero ahora no es así, el mercado español cada vez crece más”, dice Jenny. Innovación para hacer una educación sostenible y crear conciencia ambiental.
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