A menos de un mes para que vuelvan a abrir los centros escolares en Andalucía para el inicio de un nuevo curso educativo, los diferentes establecimientos y grandes superficies –también vía online– ya anuncian la 'vuelta al cole', coincidiendo muchas veces con las rebajas de verano. Ello implica la compra de material escolar, de libros de texto, de ropa y calzado, etcétera.
Este retorno a las aulas implica, por tanto, un gran gasto de dinero, pero existen diferentes maneras de ayudar a las personas consumidoras a minimizar o aliviar este desembolso. Al igual que se recomienda en periodos de rebajas o de eventos promocionales, la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía aconseja ante todo una planificación reflexiva y racional de las compras que se vayan a realizar, y no caer en un consumo impulsivo.
Para ello, las personas consumidoras pueden fijar de manera previa un presupuesto, que se establecerá como límite del gasto. En dicha planificación, se atenderá a lo que realmente se necesita. Se recomienda comparar los precios y calidades de un mismo producto en diferentes establecimientos, a fin de valorar las mejores opciones en la relación calidad-precio.
Consumo recuerda que, para las compras realizadas vía online, se dispone un plazo de 14 días de desistimiento, esto es, que la persona consumidora puede desistir del contrato, sin penalización y sin justificar causa alguna.
En relación con el material escolar, se recuerda que podemos contribuir a un consumo responsable, fomentando la reutilización de, por ejemplo, lápices, bolígrafos, rotuladores, estuches, ropa, uniformes o mochilas. Una reutilización que también afecta a los libros de texto.
La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, contempla un Programa de Gratuidad de los Libros de Texto para los centros educativos públicos y concertados. Al poder ser reutilizados en el siguiente curso, se recomienda su cuidado. También existe la posibilidad de acudir al mercado de segunda mano para hacerse con los libros de texto que se necesiten –o vender los que ya no se necesitan–, o del intercambio con otros alumnos, siempre que el contenido siga siendo el mismo.