Los restos del Papa emérito Benedicto XVI, fallecido en la mañana del pasado 31 de diciembre, fueron trasladados en la mañana de este pasado lunes desde el Monasterio Mater Ecclesiae, en la Basílica Vaticana, hasta el Altar de la Confesión, según ha informado Vatican News. Tras un rito privado, una vez que se ha producido el traslado allí permanecerán los restos mortales durante tres días, hasta el funeral, para el que se espera una afluencia de 50-60.000 personas y que será presidido por el Papa Francisco.
Entretanto, muchos aguardan en cola para presentar sus últimos respetos a Joseph Ratzinger. En la tumba de las Grutas Vaticanas, donde antes estaba enterrado Wojtyla, será enterrado Ratzinger, según ha confirmado el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
Ante el cuerpo yacente de Ratzinger, describe Vatican News, que viste ornamentos litúrgicos rojos, mitra blanca, zapatos negros, sin palio ni cruz pastoral, y que porta entre sus dedos entrelazados un Rosario, "hay quien se persigna de rodillas, quien intenta robar una instantánea con su smartphone o simplemente se detiene a mirar. Muchas personas se detienen en las capillas laterales para rezar el Rosario o esperar la apertura del cordón para la Misa matutina en el Altar de la Cátedra".
La causa por presuntos abusos sigue abierta a pesar de su muerte
La causa por presunto encubrimiento de abusos contra el papa emérito Benedicto XVI sigue abierta por ahora, a pesar del fallecimiento del expontífice, según ha afirmado un funcionario judicial y recoge Europa Press.
"Es cierto que, en principio, se produce una interrupción con la muerte de una de las partes", ha indicado la portavoz del Tribunal Regional de Traunstein, en Baviera, Andrea Titz, citando el código de derecho civil de Alemania. Si bien, ha puntualizado que "en el presente caso, sin embargo, esto no se aplica, ya que el difunto fue representado por un abogado".
Joseph Ratzinger, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años, tenía intención de defenderse de las acusaciones y había contratado a un bufete de abogados para que lo representara en el proceso. Titz ha precisado que el agente de litigios podría solicitar una suspensión de los procedimientos hasta que se aclare quiénes son los herederos de Ratzinger, pero no ha podido decir si se realizará tal solicitud.
Las investigaciones comenzaron tras la denuncia, el verano pasado, de un hombre que decía haber sufrido abusos sexuales por parte de un sacerdote, cuando era menor, en las décadas de 1970 y 1980, en Alemania.
La demanda no solo se dirige contra Ratzinger, que era arzobispo de Munich y Freising en el momento en que el abusador fue trasladado a su diócesis, sino también contra el mismo condenado, la archidiócesis, así como contra el sucesor de Ratzinger en el cargo de arzobispo, el cardenal Friedrich Wetter.
Uno de los objetivos de la demanda es conocer si los funcionarios diocesanos encubrieron actos delictivos. "La demanda continuará con el heredero o los herederos del difunto", ha dicho a DPA el abogado del demandante, Andreas Schulz.
La Iniciativa Sauerteig, un grupo formado a raíz de las revelaciones de abusos en instituciones católicas de Alemania, que apoya al demandante, ha expresado su pesar pues considera que ahora es poco probable que el papel de Benedicto XVI en la causa sea tratado legalmente.
"Al aclarar su responsabilidad ante un tribunal secular, podría haber dado un paso significativo para el futuro de la Iglesia Católica", ha señalado el grupo en un comunicado. "El hecho de que el papa emérito ahora ya no pueda prestar este servicio a su Iglesia es probablemente parte de la tragedia de su vida", ha añadido.