Devastadoras son las imágenes que están dando la vuelta al mundo de los graves incendios forestales que están azotando a Chile los últimos días. Las llamas se han apoderado de la zona centro-sur del país sudamericano, con especial virulencia en la región de Valparaíso.
El presidente Gabriel Boric ha informado que el fuego ha dejado al menos 64 muertos. Un número que "va a crecer, sabemos que va a crecer significativamente". La cifra de desaparecidos asciende a más de 350 en estos momentos.
El panorama es desolador, con coches carbonizados, más de 3.000 casas quemadas y un escenario apocalíptico. La dimensión de la tragedia es brutal, siendo la situación de emergencia más delicada que sufre Chile desde el terremoto de 2010, que dejó 521 muertos y más de 50 desaparecidos.
"Es la tragedia que más víctimas ha generado en Chile en el último tiempo", ha manifestado la ministra del Interior, Carolina Tohá. Según las primeras investigaciones, todo hace indicar que los incendios han sido provocados. "Tendrán que enfrentar el repudio de la sociedad entera y a todo el peso del derecho y la ley", ha destacado el presidente chileno apuntando a los culpables de este drama que vive el país.
La situación, a pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencias, todavía no está controlada. Los focos son numerosos y las brigadas que están luchando contra el fuego se encuentran desbordadas. La Unión Europea ha ofrecido su ayuda para colaborar en estos incendios que tienen en jaque a Chile.