Un hombre de unos 40 años se ha saltado los controles de seguridad del Vaticano al entrar a toda velocidad con un vehículo.
En el intento de detener el coche, el inspector de la Gendarmería, que se encargaba de custodiar la puerta de entrada de Santa Ana del pequeño Estado, ha disparado con una pistola hacia los neumáticos del vehículo.
Uno de sus disparos alcanzó el alerón delantero izquierdo, pero el conductor siguió hacia adelante. Entonces, se activó el código de alarma y se cerró la puerta de la Casa de la Moneda, que permite acceder a la parte trasera de la Basílica de San Pedro, así como a los jardines vaticanos y la plaza de Santa Marta.
Al llegar al Patio de San Dámaso, punto al que suelen llegar los jefes de Estado, el conductor se bajó del vehículo y fue detenido por agentes de la Gendarmería del Vaticano que, a través de un comunicado, ha detallado que el hombre fue examinado "por médicos de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, que constataron que se encontraba en un estado grave de alteración psicofísica".
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