Es la última medida del Gobierno de extrema derecha y ultraconservador que dirige Viktor Orban. Las mujeres en Hungría que quieran abortar a partir de ahora tendrán que escuchar antes de hacerlo el latido del feto. Aunque el Gobierno de Hungría nunca ha escondido sus intenciones y su hoja de ruta, se trata de la primera vez que aprueban una medida en materia de aborto.
Desde este jueves, el formulario con el que se realiza la solicitud de aborto debe incluir la garantía del ginecólogo de que ha mostrado a las mujeres la "clara identificación de los signos vitales del feto". Señala El País que, aunque el texto no hace referencias explíticas, toda la prensa húngara ha identificado esta idea como los latidos del corazón del feto. La norma es similar a la aprobada hace una década en Texas.
Casi en paralelo con este decreto, el Parlamento Europeo comienza a tomar decisiones sobre un país cuya deriva autoritaria es palpable desde hace algunos años. Por ello. en una votación en la que Vox se ha posicionado en contra, el Parlamento ha aprobado que ya no se puede considerar a Hungría como "una democracia plena" debido a los los "esfuerzos deliberados y sistémicos del Gobierno húngaro" de acabar con los valores comunes europeos.
La definición concluida por los eurodiputados es la de "régimen híbrido de autocracia electoral" donde hay elecciones sin respetar las normas democráticas. Con esta votación, el Parlamento pide a la Comisión Europea que no apruebe los fondos de recuperación para Hungría, algo que provocaría que el Gobierno de Orbán no recibiera miles de millones.
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