Con las heridas aún abiertas del tiroteo que dejó el pasado 24 de mayo 21 muertos en una escuela primaria de Texas, Estados Unidos vive una nueva jornada de preocupación por el uso incontrolado de armas en el país.
Según ha informado la cadena estadounidense CNN al menos cuatro personas han muerto en un tiroteo en el Hospital de Saint Francis, en la ciudad de Tulsa, del estado de Oklahoma. La Policía, que ha encontrado muerto al atacante, desconoce si ha podido abatirlo o se ha matado él solo con una pistola. "Un sospechoso ha sido abatido. No sé en este momento si le disparamos o él mismo se disparó", explica el sargento Richard Meulenberg a CNN.
El sargento ha asegurado que el atacante está muerto y que los agentes están revisando las habitaciones del edificio médico "en busca de amenazas". La Policía ha empezado a rastrear las plantas del edificio y a evacuar las víctimas. "Hay cientos de habitaciones y cientos de personas dentro del edificio. Es una escena catastrófica", reconoce el mando policial. Según Darin Glodo, del Departamento de Policía de Tulsa, hay "heridos", pero no confirman el número de afectados.
El agente ha explicado que el tiroteo ha tenido lugar en la segunda planta del Natalie Medical Building, un complejo de consultorios médicos del hospital de Saint Francis. "Los agentes han acudido inmediatamente a la segunda planta donde se ha producido el tiroteo, cuando han llegado allí han encontrado a unas cuantas personas heridas de bala, un par de ellas estaban muertas en ese momento", dice Meulenberg a ABC News.
Según se ha podido saber el sospechoso abatido tenía un rifle de largo alcance y una pistola, pero se desconoce si ha utilizado ambas armas. Las fuentes policiales informan de que se ha establecido un lugar para familiares y amigos en Memorial High School al oeste de La Fortune Park. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido informado sobre el tiroteo, si bien por el momento no hay declaraciones al respecto.