Más de 6.500 obreros han perdido la vida en la construcción de los estadios para el Mundial de Qatar, que se celebra entre los próximos 20 de noviembre y 18 de diciembre. La investigación que publicó el diario británico The Guardian no había obtenido eco de la FIFA, el organismo que controla el fútbol a nivel internacional y que decide, entre otras cosas, qué país acoge las citas mundialistas. Este pasado jueves al fin se pronunció. Lo ha hecho por boca de su secretario general adjunto, Alasdair Bell, y las manifestaciones se han llevado a cabo en Estrasburgo, ante los legisladores europeos del Consejo de Europa, órgano que vela por los Derechos Huamnos.
En este marco, la FIFA, dijo Bell, está dispuesta a ayudar a los trabajadores en Qatar para que reciban compensaciones por resultar heridos —se supone que también indemnizará a familias de obreros que perdieron la vida— durante la construcción de proyectos de infraestructura de la Copa del Mundo. Como recogen diferentes medios latinoamericanos —es difícil encontrar información en Occidente sobre las barbaridades del llamado Mundial de la vergüenza en Qatar—, las federaciones de futbol en Europa han apoyado los exhortos a la creación de un fondo desde que Amnistía Internacional señaló que la FIFA debería contribuir con 440 millones de dólares, igualando el premio total en dinero que la FIFA pagará a las 32 selecciones nacionales que participarán en el Mundial de Qatar el próximo mes.
El pequeño y todopoderoso emirato contrató a cientos de miles de obreros migrantes para levantar las infraestructuras de la cita mundialista que, por primera vez, se celebra a finales de otoño. "Es importante que cualquiera que haya sufrido una herida en su participación en la Copa del Mundo sea compensado", ha dicho el mandatario de la FIFA.
La presidenta de la federación noruega, que criticó públicamente a Qatar cuando los dirigentes del futbol mundial se reunieron en Doha este año, instó el jueves a la FIFA a usar su influencia con la nación sede de la Copa del Mundo. Asegurar que se pague la compensación debería ser una meta clave para que la FIFA garantice un legado positivo en Qatar después del Mundial, dijo Lise Klaveness ante los legisladores. “Es difícil enmarcarlo, pero es necesario, también para abusos históricos, lesiones y muertes”, afirmó, agregando que la falta de pesquisas independientes sobre las muertes sin explicación de trabajadores en Qatar era “algo muy obvio”, insistió, en declaraciones recogidas por NTN24.
Los patrocinadores presionan a la FIFA
La ONG (Human Right Watch) ha exigido a los patrocinadores del Mundial de fútbol de 2022 y a los socios corporativos de la FIFA que presionen a la asociación mundial de fútbol y al Gobierno de Qatar para que compensen a las familias de los migrantes muertos o heridos durante la preparación del evento deportivo. Este llamamiento se produce en un momento en el que una nueva encuesta de opinión mundial encargada por Amnistía Internacional muestra que el 66 por ciento de los encuestados, y el 72 por ciento de los que probablemente verán al menos un partido de la Copa Mundial, se han mostrado de acuerdo a una compensación de este tipo.
Según la organización, la mayoría de los participantes de la encuesta —realizada por YouGov y en la que habrán participado 18.000 personas— consideran que los socios corporativos y patrocinadores de la FIFA deberían pedir públicamente que se compense a los trabajadores migrantes que sufrieron mientras preparaban la Copa del Mundo en Qatar
En julio, tres organizaciones de Derechos Humanos escribieron a los 14 socios corporativos de la FIFA y patrocinadores de la Copa del Mundo instándolos a pedirle al organismo de fútbol que corrija los abusos contra los trabajadores migrantes relacionados con los preparativos de la Copa del Mundo. Desde entonces, cuatro de ellos, Budweiser, Adidas, Coca-Cola y McDonald's han manifestado su apoyo a dicha compensación económica, según HRW.
Otros diez patrocinadores no han ofrecido apoyo público y no han respondido a las solicitudes por escrito para discutir los abusos relacionados con el torneo. Estas empresas son Visa, Hyundai-Kia, Wanda Group, Qatar Energy, Qatar Airways, Vivo, Hisense, Mengniu, Crypto y Byju's.
"Las marcas compran los derechos para patrocinar la Copa del Mundo porque quieren estar asociadas con la alegría, la competencia justa y los logros humanos espectaculares en el campo de juego, no el robo desenfrenado de salarios y las muertes de los trabajadores que hicieron posible la Copa del Mundo", ha recalcado el director de iniciativas globales de HRW, Minky Worden .
Además de los patrocinadores de la Copa del Mundo, HRW ha pedido a las selecciones que usen su influencia para pedir a la FIFA y a las autoridades de Qatar que se comprometan públicamente con un fondo de compensación.
Sin derechos legales, ni posibilidad real de reclamarlos
Según Amnistía Internacional, la kafala es el “sistema de patrocinio” para las empresas en varios países de la península arábiga, entre ellos Qatar, que hace que los trabajadores migrantes apenas tengan derechos ni posibilidad real de reclamarlos. Kafala significa “garantías” en árabe, pero la realidad es que los empleados no pueden decidir cambiar de trabajo, las empresas pueden confiscarles el pasaporte, y no hay posibilidad de reclamar unas mínimas condiciones a través de sindicatos. Es decir, en muchos casos kafala quiere decir más bien trabajo forzoso, algo que se ha incrementado por el mundial en Qatar 2022 y que ha hecho que la frecuencia de accidentes se haya disparado, como en la construcción de los estadios.