Una de las mecas del turismo mundial, Riviera Maya, en México, está siendo sacudida fuertemente por una ola de violencia que no cesa. Las autoridades del Estado de Quintana Roo han informado en los últimos días de un tiroteo en el hotel Xcaret de Playa del Carmen que se saldó con la muerte de dos personas y un herido, los tres de origen canadiense. El famoso parque temático de la Riviera Maya mexicana fue testigo de cómo un hombre disparaba a estos tres huéspedes tras una discusión, al parecer relacionada con asuntos de narcotráfico. La situación de pánico y terror no es nueva, y está afectando sobremanera a un destino turístico clave en centroamérica.
México ha registrado los dos años más violentos de su historia, coincidiendo con los dos primeros años de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, con 34.689 víctimas de asesinato en 2019 y 34.558 en 2020. En 2021, se contabilizaron 33.308 homicidios dolosos. En noviembre pasado, un grupo de entre 10 y 15 personas encapuchadas y fuertemente armadas llegó a bordo de al menos dos embarcaciones por la playa en Puerto Morelos, en el Caribe mexicano, y fueron directos hacia dos personas, al parecer también narcotraficantes.
En el suceso de esta pasada semana, en el Xcaret, las tres víctimas procedían de Canadá, según afirmó la Fiscalía, que explicó que la primera víctima "contaba con antecedentes delictivos: tráfico de drogas, uso falso de identidad, entre otros", al tiempo que confirmó "el deceso de otra persona que resultó lesionada", quien también tenía un "historial criminal" en su país.
El secretario de Seguridad Pública del estado de Quintana Roo, Lucio Hernández Gutiérrez, compartió a través de sus redes sociales una fotografía del presunto asesino. Además, se ha instaurado el "código rojo" en toda la zona norte para intentar localizar al autor de los disparos, que logró huir de la escena del crimen.
A principios de diciembre pasado se instauró entre Cancún y Tulum el llamado "batallón de seguridad turística", un grupo formado por aproximadamente 1.500 agentes de la Policía que se desplegaron con el objetivo de frenar la violencia que azota continuamente esta turística zona. De momento, no está logrando ser frenada a la vista de los últimos sucesos. Sin ir más lejos, el pasado 13 de enero en plena entrada de la zona arqueológica de Tulum se registraron disparos que acabaron con la vida de una persona y un menor de edad con heridas de bala.