Donald Trump es el primer ex presidente de Estados Unidos vinculado directamente un caso criminal por el que se enfrenta a más de 30 cargos.
Un gran jurado en Nueva York lo ha imputado por el pago durante la campaña presidencial de 2016 para silenciar a Stormy Daniels, una ex estrella pornográfica que asegura haber mantenido relaciones sexuales con el magnate.
Aun así, como publican diversos medios estadounidenses, incluso condena no hay freno legal en Estados Unidos para que Trump no pudiera optar a un nuevo mandato en la Casa Blanca. La Constitución de Estados Unidos solo exige estos requisitos para los candidatos: tener al menos 35 años, ser ciudadano estadounidense o residente en el país en los últimos 14 años.
El multimillonario, por supuesto, ha declarado que todo es una envolvente orquestada por la administración Biden.
Los cargos exactos aún no se han hecho públicos, pero Daniels afirma, según recoge la BBC, que aceptó 130.000 dólares del entonces abogado de Trump, Michael Cohen, antes de las elecciones a cambio de su silencio.
La exactriz aseguró en una entrevista que un hombre se acercó a ella y a su pequeña hija en un estacionamiento de la ciudad de Las Vegas y le dijo que "dejara a Trump en paz". "Ella es una niña hermosa. Sería una pena que le pasara algo a su madre", le habría dicho el hombre.
Trump habla de una "caza de brujas" a manos de un "sistema de justicia corrupto, depravado y armado". En agosto de 2018, el abogado Cohen testificó bajo juramento que Trump le había ordenado que hiciera el pago secreto tan solo unos días antes de las elecciones. Presentó lo que dijo era evidencia de los pagos que había recibido del expresidente por el dinero que le había entregado a la actriz.