Como si de un capítulo de Years and years se tratase, el auge de la ultraderecha resucita con fuerzas en Italia, lo que a su vez insufla oxígeno a movimientos similares en el resto de Europa e inquieta a la Unión Europea.
La líder de Hermanos de Italia puede hacer que los ultras ocupen la presidencia de un Ejecutivo por primera vez desde Mussolini. Giorgia Meloni, con un 26% de votos, es la que tiene todas las papeletas para recibir el encargo del jefe del Estado, Sergio Mattarella, para formar Gobierno.
La coalición de conservadores, posfascistas y populistas de Hermanos de Italia, Liga de Matteo Salvini, y Forza Italia de Berlusconi logra el 44% de los votos tanto en el Congreso como en el Senado con más del 90% de los distritos escrutados en la noche de este pasado domingo. En medio de una campaña de elecciones italianas sin interés ciudadano, se ha registrado una de las participaciones más bajas en la historia (apenas un 64%, nueve puntos más baja que en 2018).
Desde que salió del poder Berlusconi en 2011, todo había quedado en manos de tecnócratas, con un país a la deriva. "Es el tiempo de la responsabilidad, gobernaremos para todos los italianos", ha asegurado en la medianoche del pasado domingo Meloni, que tiene muchas papeletas para convertirse en primera ministra italiana. "Si gobernaremos esta nación lo haremos por todos los italianos” para “exaltar lo que une y no lo que divide, porque nuestro objetivo es que los italianos pudieran estar orgullosos de serlo”, dijo en sus primeras declaraciones tras su triunfo en las elecciones. Y ha añadido: "Cuando pase esta noche tendremos que recordarnos que no somos un punto de llegada sino de partida".
Las reacciones en toda Europa no se han hecho esperar. "Giorgia Meloni ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos", ha afirmado el líder de Vox, Santiago Abascal, en su perfil de la red social Twitter. Tanto la ultraderecha italiana como la española se sitúan frontalmente contra lo que llaman "las élites de Bruselas", en referencia a las decisiones que emanan de la Unión Europea.
Desde Francia, también en un tuit, el eurodiputado del Ressemblement National y candidato a la presidencia del partido de Marine Le Pen, Jordan Bardella, ha apuntado que “los italianos han dado una lección de humildad a la Unión Europea, que, por boca de la señora Von Der Leyen, ha pretendido imponer el voto”.
La formación fundada a finales de 2012 con ex simpatizantes de Berlusconi y figuras de la derecha neofascista, que ahora lidera esta mujer de 45 simpatizante de Mussolini, superó al Partido Democrático (PD) de Enrico Letta, que pactó solo una alianza con un pequeño sector de la izquierda ecologista.